Por la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Cuenca donde desde este lunes se juzga a Sergio Morate por doble asesinato ha pasado María Luisa L., quien fuera jefa de Marina en el restaurante del Casco Histórico de Cuenca. Según su testimonio, la relación entre ambos era «de posesión y acoso». «La seguía fuera del trabajo, le acosaba por teléfono y estaba siempre muy pendiente de ella».
Según ha dicho, una vez le contó un episodio en el que una noche «la dejó en un monte metida dentro de un coche, y él se quedó fuera esperando cuatro o cinco horas hasta que se aburrió».
«Marina era muy valiente y muy luchadora. Mostraba preocupación, pero miedo, quizá lo tenía, pero no quería preocupar a los demás», ha manifestado María Luisa, quien ha reconocido que en una ocasión detectó moratones en uno de los brazos de Marina. «Le pregunté que qué era eso, y me dijo: ‘Ya sabes'».
La exnovia de Morate, según el relato de su exjefa, dejó el trabajo en el establecimiento hostelero «obligada» porque Morate le pidió en Navidad que regentara una tienda propiedad de la familia en un centro comercial, alegando que si no accedía, iban a tener «bronca».
María Luisa ha revelado además que Marina redactó «un documento» a Gómez Cavero –ahora abogado de Morate– para que éste «no se fuera de rositas» si le pasaba algo.»Lo que más me sorprendió es que una persona de 22 años tenga que hacer un testamento por si le pasaba algo», ha afirmado.
En este momento ha tenido un pequeño encontronazo con el abogado de la defensa, toda vez que éste le ha preguntado por qué razón no denunció nunca los presuntos malos tratos, remarcando que la propia testigo llegó a ser orientadora laboral en el Instituto de la Mujer. TESTIFICAN DOS TÍAS DE MORATE
De otro lado, Ana María M., también tía de Morate, ha contado que el día de los hechos el acusado acudió a su vivienda de Chillarón a cenar, donde pasó poco tiempo, saludando tanto al llegar como al marcharse.
La tía, que ha reconocido que se fue de casa «con mucha prisa», ha indicado que no tenía conocimiento de que tuviera previsto un viaje inminente a Rumanía.
Fue esa misma noche cuando se enteró de la desaparición de Marina y Laura por la visita de la Policía a Chillarón, y ha negado que tuviera contacto con él desde la cena hasta la detención.
Preguntada por si ha vivido algún episodio violento entre Sergio y Marina, ha negado rotundamente que eso se produjera en su presencia. «Les he visto enfadados alguna vez, pero violencia no».
María Luz G., también tía de Morate, ha dicho desconocer si entre Marina y Sergio había mala relación o que hubiera habido episodios de malos tratos.
OTRA TESTIGO CONFIRMA QUE VIO «MORATONES» Y QUE INTENTÓ «ESTRANGULARLA»
La madre de una amiga de Marina, María N., ha confirmado que en alguna ocasión ha visto «moratones» en el cuerpo de la víctima e incluso que en verano vestía de manga larga para que no se le vieran las marcas.
Igualmente, ha dicho tener constancia de que Marina sentía «temor» por Morate y que esa era la razón por la que quería volver a Ucrania. «Decía: ‘Este tío me va a matar'».