sábado, 20 diciembre 2025

Cinco amigos, dos canastas y dos mil oportunidades

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Cuando uno echa a andar un camino teniendo claro a dónde quiere llegar y lo fuerte que quiere ir pisando da igual que se empine la cuesta. En Albacete, en 1987 para más señas, y al igual que ocurría en el resto del planeta, era más difícil transitar por la vida sin el privilegio de tener todas las capacidades normativas que se le suponen a una persona solo por hacer.

Lo que ahora son constitucionalmente «personas con discapacidad» eran entonces «disminuidos», desliz de la Carta Magna corregido a principios del pasado año tras una lucha incansable y silenciosa.

Si ahora hay más conciencia y justicia es por el trabajo de un sector que se ha tenido que hacer hueco a codazos, como ocurrió en aquella ciudad hace cuatro décadas. Albacete albergaba entonces uno de los cinco centros de referencia a nivel nacional para tratar distintas discapacidades, punto de encuentro donde cinco amigos se empeñaron, pese a todo, en jugar al baloncesto.

Bote tras bote fueron sorteando todas las trabas, y lo que surgió cogiendo prestadas sillas de ruedas para desafiar a la canasta empezó a ganar músculo tras conformarse como entidad, lo que germinó en la Asociación de Minusválidos de Albacete, AMIAB para los amigos.

Cinco amigos, dos canastas y dos mil oportunidades

Contar con un CIF, aunque parezca nimio, sirvió para abrir la puerta a todo lo que vino a continuación, y las primeras canastas se convirtieron, cuatro décadas después, en otros tanto títulos europeos en la categoría.

El consolidado éxito deportivo es solo la punta de un iceberg conformado por una escuela deportiva de élite que no solo colecciona medallas, sino que sirve de punto de partida para el resto de sus vidas a personas con discapacidad.

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Un recorrido que si ha sido posible es, nada más, nada menos, por la amibición de trabajar por cada uno de los derechos de cada una de las personas más allá de sus capacidades y en la búsqueda de una inclusión plena, si es que pudiera haber algún otro tipo de inclusión.

No hace falta mucha altura de miras para caer en la cuenta de que el concepto de justicia e igualdad está en horas bajas, y es por eso que entidades señeras como AMIAB se hacen más necesarias. El objetivo de conseguir un mundo más igualitario puede empezar a cristalizar en el mismo momento en el que haces más amable, por poquito que sea, el pequeño universo del que tienes al lado. En esas están. Poco a poco. Y uno a uno.

Cinco amigos, dos canastas y dos mil oportunidades

Si esta lucha sigue teniendo sentido es porque AMIAB tiene claro que la inclusión pasa por conseguir una participación activa real de todo aquel que se enfrente a alguna barrera sobrevenida, que por grandes que sean, siempre encogen con la receta de la colectividad y la capacitación, predicando una concienciación que no se agota y que se abraza también, no podía ser de otra forma, a la reivindicación más pura y ante quien haga falta. Es así como suma 37 años convirtiendo discapacidades en oportunidades.

Con unas siglas arropadas por la vitola de ‘Entidad Asociativa Nacional de Economía Social’ y luciendo en el apellido su categoría de organización de entidad pública, sus éxitos se han conseguido con la receta de poner el punto de mira en mejorar la accesibilidad al empleo y el deporte inclusivo.

Lo que empezó en la cancha va camino de los 2.000 puestos de trabajo generados en 28 centros, una estructura que consolida un ritmo de más de un centenar de inserciones laborales al año. Y como la inserción laboral no se hace sola, AMIAB toca a todas las puertas de todo el que tenga un empleo que ofrecer para allanar el camino de quien no puede transitarlo en soledad.

AMIAB presta servicios donde su especialidad es la mano de obra, convirtiendo en arte la inserción laboral. Limpieza, lavandería industrial, manufactura, jardinería o portería forman parte de la carta de servicios que los corazones de la entidad pueden prestar, disciplinas a las que se ha sumado gestión de residuos.

Al margen de los salarios que canaliza, la estructura de la organización ya tiene apuntalados departamentos de capacitación, atención social, formación y consultoría.

De botar una pelota a ser la empresa con más nóminas de la región hay un camino de historias que contar. Y todas ellas son el combustible y motor para seguir mirando al futuro. Y a los demás, nos toca cuidar a los que cuidan, por 37 años más y por todas las copas de Europa que están por venir.

Humberto del Horno
Humberto del Hornohttps://somosclm.com
Humberto del Horno (Cuenca, 1985), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, llegó en 2011 a la Delegación de Europa Press en Castilla-La Mancha, que dirige desde 2013. Actualmente compagina este cargo con columnas en La Tribuna de Cuenca y El Digital de Albacete, además de colaborar en tertulias de Radio Castilla-La Mancha y en el programa Estando Contigo de la televisión regional.

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