Castilla-La Mancha tiene bien identificado su techo geográfico: el Pico del Lobo, en Guadalajara, alcanza los 2.274 metros sobre el nivel del mar y marca el punto más elevado de la región. También es conocido que el municipio más alto es Orea, en la misma provincia, situado a 1.499 metros. Todo ello en un territorio cuya altitud media ronda los 696 metros. Pero, si esos datos están claros, quedaba por resolver la otra cara del mapa: ¿cuál es el municipio más “bajito” de la comunidad?
Por provincias, los municipios situados a menor altitud presentan notables diferencias. En Ciudad Real, la posición más baja la ocupa Alamillo, a 446 metros sobre el nivel del mar. En Albacete, el municipio que se encuentra a menor altitud es Villatoya, con 409 metros.
En Cuenca existe cierta disparidad de criterios: algunas fuentes señalan a Minglanilla, cuya altura media ronda los 675 metros pese a que su núcleo urbano principal está más elevado, mientras que Buendía, con unos 688 metros, también podría figurar entre los más bajos de la provincia por la diferencia mínima de altitudes entre ambos.
En Guadalajara, el municipio situado más abajo es Zorita de los Canes, a unos 590 metros. Sin embargo, el récord regional se encuentra en Toledo. El municipio con menor altitud de toda Castilla-La Mancha es Azután, ubicado a solo 229 metros sobre el nivel del mar.

Azután, con 289 habitantes según datos del INE de 2024, se asienta en una llanura fértil junto a la orilla izquierda del río Tajo. Administrativamente pertenece a la comarca de la Campana de Oropesa, aunque desde el punto de vista geográfico se integra en la zona de La Jara. Limita con Villar del Pedroso, en Cáceres; y con Alcolea de Tajo, El Puente del Arzobispo, El Bercial, Aldeanueva de Barbarroya y Navalmoralejo, dentro de la provincia de Toledo.
El término municipal conserva evidencias de ocupación humana desde el Paleolítico, además de restos asociados a poblaciones visigodas y musulmanas. Uno de sus elementos más destacados es el Dolmen de Azután, un yacimiento arqueológico fundamental para el estudio del megalitismo en el interior de la Meseta Sur. Este enclave permitió obtener dataciones radiocarbónicas que ayudaron a situar en el tiempo y en su contexto cultural a las comunidades del Neolítico Medio y Final y del Calcolítico que habitaron la cuenca media del Tajo, así como sus conexiones con otros grupos megalíticos del interior peninsular.
Con este conjunto de datos, Azután se consolida como el municipio más bajo de Castilla-La Mancha, un detalle geográfico que lo convierte en referencia obligada al completar el mapa de la altitud de la región.



