La Unidad Militar de Emergencias (UME) celebra este año su 20º aniversario consolidada como una herramienta fundamental del Estado ante catástrofes naturales, crisis sanitarias o grandes emergencias. Desde su creación en 2005, esta unidad ha ganado el reconocimiento y aprecio de la ciudadanía gracias a su rápida intervención y eficacia, como se ha demostrado en momentos críticos como la pandemia de la COVID-19, la devastadora DANA de 2024 o los grandes incendios forestales del pasado verano.
Este sábado, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha presidido en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz los actos conmemorativos por la festividad de la Virgen del Rosario, patrona de la UME, y por el vigésimo aniversario de su fundación. Robles ha destacado «el compromiso, la entrega y la preparación» de los hombres y mujeres que forman parte de la unidad, subrayando su papel “imprescindible en la protección de los ciudadanos y en la defensa de los valores humanitarios”.
De la idea a la acción: dos décadas de evolución y servicio
La UME fue creada oficialmente en 2005 por acuerdo del Consejo de Ministros, y quedó regulada un año después por el Real Decreto 416/2006, que estableció su estructura y despliegue a nivel nacional. Su misión: actuar como unidad de primera intervención en emergencias que excedan la capacidad de respuesta de los servicios civiles.
Desde entonces, su marco legal se ha ido ampliando, con hitos como el Real Decreto 1097/2011, que detalla el protocolo de intervención en casos de desastres naturales, emergencias tecnológicas o atentados terroristas, y su reconocimiento como servicio público esencial en la Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil.
En 2018, la UME pasó a depender directamente del Ministerio de Defensa, lo que ha permitido agilizar su activación en momentos críticos. Un paso más se dio con el Real Decreto 521/2020, que consolidó su estructura actual, garantizando su disponibilidad inmediata ante cualquier emergencia, tanto a nivel nacional como internacional.
Intervenciones clave: pandemia, DANA e incendios forestales
Durante estos 20 años, la UME ha participado en más de 540 emergencias, pero algunas han marcado un antes y un después por su magnitud y complejidad. Entre ellas, destaca su papel en la lucha contra la COVID-19, con su participación en la ‘Operación Balmis’, donde sus efectivos se desplegaron por todo el país realizando labores de desinfección, apoyo logístico y traslado de pacientes.
«Fuimos capaces de actuar en entornos altamente contaminados y con rapidez, algo que fue clave para contener los efectos del virus», señalan desde la unidad, que activó su grupo especializado en emergencias biológicas para intervenir en hospitales, residencias y otros puntos críticos.
Otro momento decisivo fue la intervención tras la DANA del 29 de octubre de 2024, considerada el mayor despliegue de la UME hasta la fecha. La unidad movilizó 2.200 efectivos y 600 medios, logrando tener 1.200 intervinientes en las zonas afectadas en las primeras ocho horas. En total, coordinó a 8.500 militares de las Fuerzas Armadas y rescató con vida a 570 personas.
«La rapidez y la coordinación fueron esenciales. Fue una operación sin precedentes en nuestro territorio», subrayan desde la unidad. Además de su intervención en municipios valencianos, la UME lanzó también la ‘Operación Letur’ en Albacete, donde se localizaron a 15 supervivientes, algunos en estado grave.
Este verano, la unidad también ha sido fundamental en la lucha contra los incendios forestales que han arrasado más de 400.000 hectáreas en todo el país. Intervino de forma simultánea en varios frentes junto al Ejército de Tierra y el del Aire, realizando labores de ataque directo al fuego, enfriamiento del terreno y protección de la población.
Proyección internacional y futuro
Además de su labor en territorio nacional, la UME forma parte del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea y del Grupo Internacional de Asesoramiento en Búsqueda y Rescate (INSARAG) de Naciones Unidas, lo que le permite intervenir también en emergencias internacionales y actuar en coordinación con otras fuerzas aliadas.
Con una estructura consolidada y una reputación basada en la eficacia, la preparación y la cercanía, la UME entra en su tercera década como una unidad moderna y plenamente integrada en el sistema de respuesta a emergencias. La Estrategia de Seguridad Nacional de 2017 ya apuntaba como objetivo prioritario reforzar el Sistema Nacional de Protección Civil, donde la UME juega un papel central.
En palabras de la ministra Robles: “La UME simboliza lo mejor de nuestras Fuerzas Armadas: vocación de servicio, sacrificio y humanidad. No hay español que no se sienta agradecido cuando ve llegar a la UME”.
Con motivo de este aniversario, la unidad celebra no solo su historia, sino también su presente activo y un futuro en el que seguirá siendo clave para afrontar los desafíos que pongan en riesgo la seguridad y bienestar de la ciudadanía.