La producción de aceite de oliva superará los 1,37 millones de toneladas en la campaña 2025-2026, lo que supone una caída del 3 % respecto a la que acaba de finalizar, que en el caso de Castilla-La Mancha será del 17 %, según la primera estimación del aforo del olivar.
En un comunicado, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado que los datos se sitúan en los niveles medios de producción por segundo año consecutivo y «deben permitir un abastecimiento fluido del mercado nacional» y de las exportaciones a terceros países.
El aforo, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), recoge una producción estimada de 1.372.000 toneladas, un 19 % por encima de la media de las últimas seis campañas, que estuvieron mermadas por la sequía, sobre todo las de 2023-2024 y 2022-2023.
Las intensas lluvias de la pasada primavera permitieron una floración y cuajado del fruto «excelente», si bien la estimación se ha contenido por las elevadas temperaturas estivales registradas en las principales zonas productoras, que han afectado a las aceitunas, según la nota.
El Ministerio ha matizado que las condiciones climatológicas de las próximas semanas serán determinantes para garantizar la correcta evolución de la campaña y el rendimiento de aceite.
Los datos del aforo son preliminares y se ajustarán en función de dicha evolución y de la recolección, que comienza habitualmente en noviembre.
Por territorios, se estima que la producción descenderá el 5 % en Andalucía, la principal comunidad productora, donde se pueden alcanzar 1.080.900 toneladas, en torno al 79 % del total.
En la segunda región productora, Castilla-La Mancha, la cosecha prevista alcanzará las 121.500 toneladas, lo que supone una bajada del 17 % respecto a la anterior campaña; mientras que en Extremadura, tercera comunidad productora, la cifra aumentará el 3 % hasta las 80.500 toneladas.