Alcalá del Júcar, situado a 53 kilómetros de la capital albaceteña, se ha incorporado a la plataforma nacional “Vente a vivir a un pueblo”, un proyecto que trata de repoblar municipios rurales y ofrecer a quienes buscan una vida más tranquila la posibilidad de asentarse en entornos con calidad de vida y servicios garantizados.
Según los últimos datos del INE, actualizados en 2024, este municipio cuenta con 1.117 habitantes censados. La localidad se presenta en la plataforma destacando aspectos clave como la cobertura de Fibra Óptica y 4G, la existencia de ayudas y subvenciones, así como oportunidades de empleo vinculadas a la hostelería y el turismo, especialmente en temporada alta.
En materia de servicios, Alcalá del Júcar dispone de consultorio médico, guardería, colegio, bancos, farmacias, biblioteca, Casa de la Cultura y residencia de mayores, además de instalaciones deportivas como piscina, frontón, pistas polideportivas, gimnasio y rutas de senderismo. A ello se suma un tejido comercial activo con 7 establecimientos de alimentación, 12 bares y/o restaurantes, 8 tiendas y más de 20 servicios profesionales (como talleres, taxis, pintura o peluquería).
Uno de los mayores atractivos de la iniciativa es la vivienda. En un momento en el que la demanda es elevada, todavía es posible adquirir una casa en el municipio desde unos 50.000 euros, un precio muy por debajo de la media nacional.
Pero más allá de los servicios, lo que convierte a Alcalá del Júcar en un lugar único es su encanto. Reconocido como uno de los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha y declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, el municipio se alza sobre un meandro del río Júcar, con casas que trepan por la roca o se adentran en cuevas excavadas en la montaña, coronadas por el castillo medieval que domina el paisaje. El cañón que lo rodea, esculpido en la caliza, conforma un escenario natural de gran espectacularidad.
Con esta propuesta, Alcalá del Júcar busca atraer a nuevos vecinos que quieran disfrutar de un entorno pintoresco y de calidad de vida, sin renunciar a servicios básicos ni a la conexión con la capital. La iniciativa plantea una oportunidad tanto para quienes desean iniciar una nueva etapa en el mundo rural como para aquellos que buscan invertir en vivienda en uno de los enclaves más singulares de Castilla-La Mancha.