El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, ha avanzado que pedirá a sus homólogos de otras regiones durante los Consejos Consultivos de Política Agrícola y Política Pesquera para Asuntos Comunitarios que se celebran en el Ministerio de Agricultura unir fuerzas en torno a la defensa del campo.
Y es que entiende que, más allá de colores políticos, todos ellos «tienen los mismos intereses en la defensa del sector agropecuario». «Todos debemos de enfrentarnos al reto de unir esfuerzos olvidándonos de nuestros colores políticos para defender el interés general de nuestros agricultores y ganaderos».
«A todos nos va lo mismo en este juego que se ha planteado en la planificación de la próxima programación de desarrollo rural y de la Política Agraria Común», ha alertado Martínez Lizán, quien ha abundado en que hay que hacer ver al Ministerio que cuenta con el apoyo de las autonomías «para que los ministros de Agricultura de diferentes países participen en el órgano de discusión de la parte económica y de la gobernanza, y que no quede al albur de lo que se decida simplemente por el comisario de Agricultura».
Así, la petición concreta de Castilla-La Mancha va enfocada a la necesidad de «hacer presión» para que los ministerios de Agricultura de los países miembro puedan participar en las decisiones a tomar, sobre todo en la consecución de un presupuesto «donde no haya recortes y donde se mantengan las líneas de actuación de la política económica en materia de Agricultura al nivel que se han ido haciendo hasta ahora».
A más, quiere «poder negociar aquellos aspectos normativos que tienen que regular el desarrollo de la actividad para garantizar la continuidad, la viabilidad y la supervivencia de los pueblos».