viernes, 22 agosto 2025

La reducción del pastoreo en la última década, clave en la propagación de los incendios

El pastoreo desaparece de los montes mientras expertos alertan del impacto climático y piden medidas urgentes para frenar su retroceso

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La reducción de la ganadería extensiva en España, con censos que han caído más de un 8 % en los últimos 10 años, se ha convertido en un aliado para la propagación de incendios en unos bosques necesitados de rumiantes que coman pasto para que esa cubierta no se convierta en combustible para el campo.

Los paisajes de ganado pastando en dehesas, montes, praderas y valles son postales cada vez menos usuales y eso es algo que queda reflejado cuantitativamente: entre 2014 y 2024 la cabaña de ovino (esencial para el pastoreo) se redujo un 12,6 % (13,5 millones de cabezas a finales del año pasado).

En caprino, el retroceso fue también de un 12,6 % en ese período (ahora hay censados 3,26 millones de animales de esta especie), mientras que en vacuno hubo un ligero ascenso del 3,95 %, hasta los 6,32 millones de cabezas, según la encuesta de «Efectivos de Ganado» del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Una herramienta, no una solución

Desde la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo, uno de sus directivos Joan Alibes defiende, en declaraciones a Efeagro, que la ganadería no es la solución, pero «sí una herramienta» ante esta problemática.

De hecho, ha resaltado el papel histórico y clave que tiene en la reducción de biomasa, en la fijación de carbono, en la proporción de alimentos «con muy baja huella» o en la aportación a la biodiversidad vegetal porque «hace ese trabajo que hacían las grandes manadas de herbívoros de forma natural».

Alibes, que tiene ganadería de ovino en extensivo en Lugo, repara en que la situación actual de incendios es «dantesca» y también mantiene que entre las principales causas están las condiciones meteorológicas «debidas a una situación de emergencia climática que es conocida y palpable».

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Por ello, finaliza asegurando que «no hay otra solución que aumentar las cabañas ganaderas en base a este sistema de ganadería extensiva» y decisiones políticas «muy claras» en defensa del medio rural y de la preservación de su actividad.

¿Por qué se abandona esta ganadería?

La falta de rentabilidad es uno de los motivos principales por los que este tipo de ganadería va en retroceso.

De hecho, un reciente estudio elaborado por las universidades de La Laguna, Miguel Hernández de Elche (UMH) y Zaragoza (Unizar) profundizó en las vulnerabilidades que los ganaderos detectaban para seguir con este tipo de producción.

El dossier, consultado por Efeagro, encuestó a 255 ganaderos de Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Cazorla-Segura-Las Villas, Murcia y Fuerteventura que identificaron más de una veintena de vulnerabilidades distintas, causadas principalmente por perturbaciones socioeconómicas como la baja rentabilidad de los productos ganaderos.

De hecho, más del 78 % de los ganaderos encuestados señaló que los factores socioeconómicos, entre ellos los altos costes de los recursos y la incertidumbre sobre subsidios y rentabilidad, son con diferencia los mayores desafíos.

Para sus autores, estas conclusiones suponen un hallazgo «crucial» para orientar las decisiones políticas destinadas a apoyar estos sistemas de producción y garantizar su contribución a la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la conservación de la biodiversidad.

El cambio climático

Ese informe revela también que factores biofísicos externos (variabilidad climática y conflictos con la fauna silvestre) constituyen otra vulnerabilidad para esta ganadería.

El Plan de Acción Estratégica para la Adaptación de la Ganadería Extensiva al Cambio Climático en la Europa Mediterránea, impulsado por la Fundación Entretantos, recoge que las consecuencias adversas de las condiciones climáticas «ya son una realidad» en las zonas agrarias del sur de Europa «y se verán agravadas por el calentamiento global».

Entre esas consecuencias, incluye el «aumento del número de incendios, su virulencia», la «escasez de agua dulce potable» o la «pérdida de humedad de los suelos».

En ese contexto, el plan apuesta por el papel «clave» de la ganadería extensiva para la adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático.

Entre sus acciones, se incluye un impulso al pastoreo por su capacidad de aprovechamiento de los recursos territoriales, su efecto «positivo» sobre la conservación de los ecosistemas o por ser una herramienta de prevención de incendios.

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