Los investigadores calculan que lograron un beneficio de 1,25 millones de euros en material sustraído
La Policía Nacional ha desarticulado una red criminal establecida en Madrid y Guadalajara que robó más de 50 vehículos para luego venderlos a terceros que, a su vez, las distribuían por talleres de reparación de distintas partes de Marruecos, en una operación que en la que han sido detenidas ocho personas.
Las pesquisas, llevadas a cabo por la Comisaría General de Policía Judicial (UDYCO Central), detectaron que el grupo criminal robaba entre seis y diez vehículos semanales, especialmente en zonas de estacionamiento para periodos vacacionales como los alrededores del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, según han informado fuentes policiales.
Posteriormente, la organización trasladaba los coches sustraídos a zonas de ‘enfriamiento’ –lugares seguros para esconderlos en los primeros días tras el robo–, que por lo general se encontraban en barios residenciales de Guadalajara.
De esta forma se aseguraban de que no contaran con geolocalizadores y obstaculizaban las labores de control policial.