Más de 3,25 millones de españoles residen en municipios que no cuentan con ningún bar de copas ni discoteca, según revela el primer estudio sobre el ocio nocturno en pequeños municipios, elaborado por la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos (España de Noche) junto a Coca-Cola. Los datos se han presentado este jueves en la Conferencia Nacional del Sector del Ocio y los Espectáculos, celebrada en Toledo.
El informe señala que en los municipios de menos de 80.000 habitantes —donde vive el 56 % de la población española, más de 26 millones de personas— la oferta media es de apenas 5,54 locales de ocio nocturno, lo que equivale a un local por cada 14.440 habitantes. La situación es aún más crítica en las localidades de menos de 5.000 habitantes, donde residen 5,6 millones de personas: aquí la media desciende a tan solo 2,08 locales.
Según España de Noche, este panorama contrasta con el dinamismo de la oferta nocturna en las grandes ciudades y destinos turísticos, donde la vida nocturna «se ha convertido en un referente del estilo de vida e imagen de marca internacional con la recuperación de la normalidad y el ansia de socialización tras la crisis del COVID».
El retroceso de la vida nocturna en los pequeños municipios, advierte el estudio, acarrea consecuencias económicas y sociales. Entre ellas, la pérdida de empleos, el desinterés de los jóvenes por quedarse en sus pueblos y un aumento de la inseguridad. De hecho, el 76,1 % de los encuestados consideran que los locales de ocio contribuyen a hacer “bastante o mucho” más seguras las calles por la noche.
El sector reclama que las administraciones públicas «pongan en valor la importancia de la actividad de los locales de ocio», subrayando que estos negocios «contribuyen a la seguridad, la calidad de vida y la socialización de sus habitantes, así como a ser parte del motor económico y a frenar el despoblamiento rural», evitando así el éxodo hacia las grandes ciudades.
Entre los principales retos que enfrentan los locales en el ámbito rural, España de Noche destaca la competencia desleal, la caída de la pirámide de población, el descenso de la frecuencia de las salidas nocturnas entre los más jóvenes y el impacto negativo de los eventos al aire libre, que suelen fomentar el consumo descontrolado, los botellones y las reclamaciones vecinales.
Además, el sector alerta sobre el aumento de fiestas ilegales y el incumplimiento de las normativas vigentes, lo que agrava aún más la situación de los establecimientos legales.
Por todo ello, la Federación pide activar líneas de ayuda específicas para impulsar la innovación y dinamización de los locales de ocio en los pequeños municipios, así como su integración en los programas de apoyo al comercio y a las pymes.
