Durante este fin de semana se ha celebrado en Daimiel la tercera edición de El Vid Festival, un evento impulsado por dos amigos —Mario y Pedro— que han logrado unir música, gastronomía, vino y turismo en torno a su localidad natal.
Antes del inicio oficial del festival, ya se habían organizado diversas actividades bajo el nombre de La Mancha Experience, que se prolongaron durante los dos días del evento. Catas de vino, visitas guiadas al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y otras propuestas ofrecieron un atractivo extra para los asistentes.
La programación musical arrancó el viernes en el auditorio municipal, con entrada gratuita. Allí se congregaron los primeros “viders”, quienes pudieron disfrutar de una cata de vinos con denominación de origen La Mancha antes de que comenzaran los conciertos. El grupo tomellosero Cristina Rodríguez y los Debuguis, finalistas del concurso Brujerías Sonoras organizado por el Ayuntamiento daimieleño, fue el encargado de abrir el cartel, junto a The Mün, también finalistas. A continuación, se subieron al escenario Frágiles y Vaho, y la jornada concluyó con la sesión del DJ Juan Reina.
El sábado, desde el mediodía, el recinto ferial se convirtió en el epicentro del «tardeo». Cientos de personas se acercaron a disfrutar de platos típicos de la gastronomía manchega —gachas, migas, pisto…— acompañados por los mejores vinos de la zona. Todo ello ambientado por la música en directo de grupos como Nour, Silvia Expósito y Eyelet, una jovencísima banda de Illescas (Toledo) que sorprendió con un potente concierto de rock, letras cargadas de mensaje y una presencia escénica digna de grupos mucho más veteranos. Su más reciente disco, Se abre el telón, ya está disponible, y pueden seguirse en redes como @eyeletoficial.







La fiesta continuó con el dúo modelo, que puso a bailar al público con su propuesta fresca y divertida. El “tardeo” culminó con la tradicional charanga, que acompañó musicalmente a los asistentes en su recorrido hacia el auditorio municipal para la segunda jornada de conciertos.
Ya con la caída del sol, el escenario principal se abrió con la actuación de Carmesí, cantautora murciana de voz delicada y letras íntimas. Le siguió Chica Sobresalto, el proyecto musical de Maialen Gurbindo, que con tres discos publicados fue ganando al público con temas como Mala feminista y Fusión del núcleo.






A las 21:50 llegó uno de los momentos más esperados del festival: Iván Ferreiro subió al escenario acompañado por su hermano Amaro y una banda de músicos de primer nivel. El ex vocalista de Los Piratas repasó su carrera en solitario, presentó su último trabajo Trinchera Pop, y emocionó con clásicos como El equilibrio es imposible, M y, por supuesto, Turnedo, coreada por todos los asistentes.




El cierre perfecto lo puso la banda toledana Veintiuno, que acaba de publicar su quinto álbum, La balada de delirio y equilibrio. Con un directo impecable y un carisma arrollador, su vocalista Diego y el resto de la “bandaza” —Yago, Pepe y Rafa— ofrecieron un concierto vibrante con temas nuevos como Perder los modales, además de sus canciones más conocidas. Su crecimiento constante los consolida como uno de los grupos más respetados del panorama indie nacional… y además, son manchegos.






Desde aquí, larga vida a este pequeño pero gran festival, hecho con mimo por Mario y Pedro, dos amigos que han sabido darle a Daimiel un fin de semana inolvidable de música, vino, turismo y cultura. ¡Y qué gran idea la del aperitivo-tardeo!