Este jueves, 6 de junio, el Centro Cultural “Casa de Medrano” acogió una nueva sesión de la Escuela de Familias, organizada por la Concejalía de Educación. En esta ocasión, la charla estuvo a cargo de Dulce Serrano, reconocida educadora social y mediadora de conflictos, quien compartió valiosas reflexiones sobre la preadolescencia. La presentación corrió a cargo de la concejala de Educación y Cultura, María José Díaz.
Durante el encuentro, Serrano destacó que los padres suelen decir que los hijos no vienen con un manual de instrucciones, y recordó que los padres tampoco. Refiriéndose a la preadolescencia, la educadora afirmó que esta etapa prácticamente ha desaparecido, comparándola con el cambio climático: «ya no existen ni primaveras ni otoño, pasamos directamente del verano al invierno».
En su análisis, Serrano subrayó que, durante esta fase, los padres pasan a un segundo plano, ya que los hijos buscan principalmente pertenecer a un grupo. Enfatizó la importancia de que los padres demuestren a sus hijos que están presentes para los momentos verdaderamente importantes. Además, indicó que los progenitores deben ser un ejemplo a seguir, ya que los hijos imitan lo que ven en casa. «Es crucial acompañarlos en este complicado periodo y empatizar con ellos, recordando que todos hemos tenido algún momento complicado en la adolescencia», comentó.
Serrano también aconsejó a los padres sobre la importancia de mantener abierta la comunicación con sus hijos y ser conscientes de cuándo es el mejor momento para abordar problemas. «Muchas veces es mejor esperar unas horas o días antes de ‘reprenderles’, ya que no podemos evitar que el almendro florezca», dijo, resaltando la diferencia entre proteger y sobreproteger, siendo esta última dañina.
En un tono positivo, Serrano animó a los padres a no asustarse, asegurando que aunque la etapa de la preadolescencia es compleja, también es hermosa. «Es una fase donde tanto los niños y niñas como los padres sufren, pero es fundamental que los padres se relajen y disfruten del momento», añadió, compartiendo su propia experiencia como madre.
La educadora subrayó que, aunque la vida no es fácil, es necesario adaptarse a las circunstancias actuales y no ser dramáticos. «Nada es fácil, ni la vida en pareja, ni ser padres, ni ser hijos. Es crucial entender que el proceso no puede detenerse, sino que debemos adaptarnos», concluyó Serrano, dejando un mensaje de esperanza y realismo para los padres y madres presentes.