Valdepeñas ha vivido en la mañana de este sábado un simulacro de inundación en la que han participado 150 efectivos, 28 vehículos y cuatro ambulancias, con el objetivo de ensayar el protocolo de actuación ante una situación de emergencia, coordinándose el Plan Territorial de Emergencia Municipal con el plan de ámbito autonómico.
«Este simulacro nace de la memoria herida de un pueblo que ha sufrido lo que no fue un ensayo sino tragedias continuadas en el tiempo», ha declarado el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, rememorando las inundaciones que ha sufrido la ciudad en los últimos años e históricamente la del 1 de julio de 1979, en la que fallecieron 22 personas, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
En este sentido, ha indicado que «el dinero invertido en enterrar colectores que eviten este tipo de inundaciones puntuales puede no ser tan puntuales, ya que me dicen que esa puntualidad con el cambio climático cada vez es más asidua».
Por añadir un tono de humor, el regidor municipal ha finalizado mostrándose «sorprendido del despliegue de medios, pero quiero que sean como Hacienda: saber dónde están pero si no los necesito mucho mejor», y ha recordado que «los impuestos que pagamos, que muchas veces nos preguntamos a dónde van, están aquí». «En los recursos humanos y logísticos que mantiene el Gobierno para mantener la seguridad y la vida».
Por su parte el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, ha resaltado que con estos ejercicios se pretende «mejorar y poner en práctica la coordinación y la colaboración que tiene que haber entre todas las administraciones, ya que en las emergencias no tienen que haber colores más que los distintos colores que vemos hoy aquí, de los distintos recursos que intervienen en situaciones de emergencia». Por ello ha indicado que con ello «ponemos en práctica los protocolos, procedimientos y las capacidades de actuación de los distintos recursos ante las emergencias que se pueden producir».
De su lado, el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, ha explicado que con este simulacro se trata de «poner en marcha los mecanismos de colaboración y coordinación» en la activación de los planes que serían necesarios en una situación de producirse un escenario de inundaciones con el fin de «mejorar y poner en practica la coordinación y colaboración que tiene que haber entre todas las administraciones, a la vez que se ponen en práctica los protocolos, procedimientos y capacidades de actuación de los distintos recursos que suelen intervenir en distintas situaciones de emergencia que se pueden producir».
DIFERENTES ESCENARIOS
Las maniobras se han realizado durante toda la mañana. El ensayo ha consistido en un simulacro de intensas lluvias con un incremento de los caudales y la superación del límite de capacidad de la presa de La Cabezuela, lo que provocaría un posible desbordamiento del canal de la Veguilla.
Los escenarios en los que han llevado a cabo los ejercicios han sido el levantamiento de un puesto de mando junto al Teatro Auditorio Municipal, la evacuación de un centro público y un centro de mayores, con la instalación de un albergue de damnificados.
También se simularon tareas de achique y extracción de lodos, el derrumbamiento de una vivienda con tareas de búsqueda y rescate, la intervención en un coche arrastrado por la corriente y los trabajos en un centro de trasformación de energía eléctrica inundado. Además, se realizó un simulacro de peligro por contaminación, al resultar afectada por las ficticias inundaciones una empresa de productos fitosanitarios y químicos.
En el dispositivo han participado 150 efectivos, 28 vehículos y cuatro ambulancias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, seis agrupaciones de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos, agentes Medio Ambientales, personal técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Unión Fenosa y del 112, entre otros.