El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha justificado su ausencia este lunes en la Comisión de las Comunidades Autónomas convocada en el Senado, lamentando que el PP quiera tener a los presidentes autonómicos como «maniquíes» y asegurando que si él, como presidente, no se somete a Ferraz, «menos aún a Génova».
Tras la firma de un convenio en el Palacio de Fuensalida, ha enfatizado que ser presidente autonómico significa «defender libre y autónomamente los intereses de los ciudadanos».
Algo que, ha dicho, se tiene que hacer «sin someter» a la ciudadanía que se gobierna «a doctrina partidaria ninguna». «Esto vale para hoy, en general», ha afirmado.