El presidente Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, ha avanzado este martes que si no se producen precipitaciones continuadas antes del próximo marzo la cuenca del Segura entrará formalmente en un escenario de sequía prolongada que conllevaría, entre otras medidas, recurrir a la batería estratégica de sondeos (BES), esto es, a los pozos de sequía.
Urrea ha hecho estas declaraciones minutos antes de la celebración de la Junta de Gobierno de la CHS, convocada para tratar el cierre del año hidrológico, que tuvo lugar el pasado septiembre; informar sobre la Comisión de Desembalse y aprobar de nuevas medidas cautelares para la gestión de aprovechamientos en la masa de agua subterránea sobreexplotada Ascoy-Sopalmo, entre otros. Los puntos han sido aprobados por 30 votos a favor y 2 abstenciones.
Según ha explicado, para evitar entrar en ese escenario tendría que llover «como mínimo» durante los meses de marzo y abril, y «casi de manera continuada», tal y como ocurrió en el año 2022.
El dirigente de la CHS ha explicado que el organismo de cuenca ha realizado este 2023 una inversión de unos 30 millones de euros que se han ejecutado con presupuestos tanto de la propia Confederación (14 millones), la Dirección General del Agua (13 millones) y los fondos europeos (casi 4 millones).
Respecto al acuerdo de la Comisión de Desembalse, que decidió aplicar restricciones del 25%, Urrea ha explicado que gracias al control y al cambio de las temperaturas, los cultivos «están demandando algo menos» y se ha registrado un ahorro en los desembalses en la última semana del entorno del 12%, lo que «es buena noticia», a juicio del presidente de la CHS, quien, no obstante, ha apelado a «seguir incrementando esos ahorros».
Por parte de la Oficina de Planificación, ha indicado que la cuenca se mantiene en situación de alerta y que, en lo que corresponde al Tajo-Segura se ha experimentado una «ligera mejoría», que ha hecho pasar a situación de prealerta. Esto se ha debido a dos motivos, según Urrea: la mejora de los volúmenes de Entrepeñas y Buendía y la introducción de los volúmenes desalados.
«Pero la cuenca, en su conjunto, sigue estando en situación en un escenario de alerta que obliga a que estas restricciones sean efectivas», ha comentado.
ACUÍFERO DE ASCOY-SOPALMO
Además, la CHS ha planteado a la Junta de Gobierno la imposición de una medida cautelar en relación al acuífero Ascoy-Sopalmo, que abastece a las comunidades de regantes de Cieza, Abarán, Jumilla y Fortuna, y es el que tiene el mayor índice de sobreexplotación de toda la cuenca.
En concreto, la propuesta, ya acordada por los usuarios, prevé complementar sus recursos con las aguas extraídas de su captación preexistente de otra comunidad de regantes, formalmente constituida o en trámite de constitución, que quedará convertida en captación comunitaria.
Esta actuación, precisará, en todos los casos, de conformidad expresa de la comunidad de regantes titular de la instalación preexistente, que gestionará el total de la extracción de agua en su sondeo.
El volumen máximo susceptible de ser autorizado quedará limitado a un máximo de 40% del volumen inscrito del aprovechamiento de la comunidad de regantes que vea complementados sus caudales, sin que conjuntamente se supere el 100% del inscrito de la original.
«NO ESTÁ LLOVIENDO»
Urrea ha confirmado que «las cosas no van bien desde el punto de vista de los recursos», pues «no está lloviendo», con lo que «hay que intensificar estas medidas y ya algunas comunidades de regantes están viendo que tienen que aplicar recortes en las producciones».
En el año hidrológico vencido, las desaladoras han aportado 247 hectómetros cúbicos, entre abastecimiento y regadío. «Es decir, la desalación se ha constituido ya como un recurso más que fundamentalmente está siendo demandado por los usuarios gracias a que las tarifas que el Ministerio está ofertándole, pues tienen transitoriamente un grado de subvención importante», en tanto no finalizan las obras de ampliación de las plantas, «que serán las que permitirán el tener una tarifa más económica».
«Independientemente de eso, nuestro plan ya decía lo que es evidente, que van a hacer falta más recursos y contemplaba la necesidad de una nueva desaladora de como mínimo 60 hectómetros cúbicos. En eso estamos ya trabajando con los regantes para ver, empezar a darle viabilidad y materializar esa nueva posibilidad que el plan ya contemplaba», ha concluido el presidente de la CHS.
RUBIRA DENUNCIA EL «INDEPENDENTISMO HÍDRICO»
La consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, que ha asistido a la reunión en la sede de la CHS, ha indicado que en el último año hidrológico el Gobierno de España autorizó el desembalse desde la cabecera del Tajo de 218 hectómetros cúbicos, esto es «50 menos de los que se habrían tenido que autorizar con las actuales reglas de explotación y siguiendo las recomendaciones técnicas».
A este respecto, Rubira ha solicitado a la CHS «que se posicione ante los recortes que se suceden mes a mes perjudicando a la cuenca y en especial, a los agricultores», tras lo que ha señalado que «no entendemos cómo no reaccionan ante el independentismo hídrico que impone el Ministerio, con el que rompe el principio de solidaridad del trasvase cada vez que la cabecera del Tajo entra en Nivel 3».
«Las decisiones partidistas del Ministerio nos han costado 50 hectómetros cúbicos que se deberían haber autorizado», ha afirmado la consejera, quien ha criticado que «el último año hidrológico, la cabecera del Tajo ha recibido un 25 por ciento más de caudales, en cambio los envíos al Levante han bajado».
En esta línea, ha manifestado que el año hidrológico 2021-22, las aportaciones en la cabecera del Tajo llegaron a los 501,1 hectómetros cúbicos y se trasvasaron 231,5 al Levante. En el 2022-23, los embalses de Entrepeñas y Buendía han recibido 631,7 hectómetros cúbicos de aportaciones, «pero solo se ha autorizado el trasvase de 218 hm3, 212,97 hm3 al Levante y el resto de los caudales se han enviado a través de la Tubería Manchega al Guadiana».
En relación con el estado de alerta de la cuenca, Rubira ha solicitado que se informe de si se han realizado los trabajos necesarios para la apertura de pozos de sequía, «si fuera necesario». «No estamos para perder el tiempo, son ya muchos meses sin llover y la Confederación debería tener preparados los pozos para abrirlos con la mayor celeridad», ha reiterado.
Del mismo modo, la titular de Agua ha subrayado que la ejecución del Presupuesto de 2023 de la CHS en su capítulo de inversiones llegó al 53,85 por ciento, «una situación que se repite porque ya se dio el año pasado y que no se puede repetir más, por lo que reclamamos más esfuerzo a la Confederación para acometer las obras hidráulicas que necesita la cuenca y más ante la delicada situación en que nos encontramos», ha advertido.