El centro cultural artístico Alfarería Pedro Mercedes, gestionado desde el pasado año por el grupo Lamosa, se reinventa en verano para no dejar de ofrecer su variada programación cultural como espacio abierto a los vecinos y como punto de encuentro multidisciplinar para todas las facetas artísticas que ofrecen los creadores de la ciudad. Mientras, ya diseña su temporada de otoño para seguir ganando músculo de cara a reforzar su categoría de epicentro cultural conquense
Unos talleres gratuitos que acumulan éxito de público y que todos los meses se quedan pequeños ante la demanda de asistentes.
Agosto completa su oferta con talleres de escritura creativa y de dibujo artístico centrado en Pedro Mercedes a los que «se está acercando mucha gente», lo cual demuestra, a juicio de Raposo, que la gente «quiere conocer este espacio».
Un entorno que va más allá de lo expositivo y que se está convirtiendo en «todo un centro cultural» cada vez con más afluencia, erigiéndose incluso como paraje para que los conquenses que se han ido fuera «se reencuentren con su ciudad natal».
No sólo eso, sino que además cada vez «enamora» a más turistas. «Es interesante ver ese momento en que el visitante se encuentra el alfar, viene, se enamora… Y una vez que lo descubre lo puede volver a redescubrir con sus actividades, su diálogo y sus exposiciones», indica.
Todo con un diseño que quiere que el visitante protagonice «un diálogo con el museo» que no es «un espacio muerto».
«Es un museo vivo, abierto, disponible para la ciudadanía, con distintas actividades», expone el gestor cultural, quien defiende la vocación de «generar diálogo» con los usuarios a través de sus iniciativas.
Proyecciones de documentales o poesía recitada en el patio completan las exposiciones plásticas que ofrece este espacio cultural.
REFUGIO CLIMÁTICO
Una de las propuestas veraniegas se conocía esta semana, y es que los gestores del alfar han ofrecido a la ciudadanía el espacio que comandan como refugio climático en estos días calurosos de agosto.
«Viendo estos días tórridos y sabiendo que íbamos a abrir en agosto, vimos que era buena idea ofrecer el espacio, que es municipal y público, como refugio climático», ha desgranado Raposo.
Asevera que es «interesante ofrecer este espacio sostenible para que se pueda ocupar», para que la gente pueda acudir a sus instalaciones para pasar la tarde y «leer un libro tranquilamente», por ejemplo.
EL OTOÑO POR DELANTE
Toda vez que pase el verano, septiembre y el otoño ya se notan en la previsión de la oferta cultural que ofrecerá el alfar de Pedro Mercedes, con un noveno mes del año «dedicado a la ciudad».
Como joya de la corona, la nueva exposición de Julia Calvo, que irá de la mano de los talleres cíclicos de cerámica o un festival de videoarte con pases de un minuto, un certamen con participación del público que cumplirá su séptima edición y que premiará con una simbólica botella de resoli al ganador.
CUENCA, CIUDAD DE ARTISTAS
Daniel Raposo considera que la ciudad de Cuenca está muy viva en cuanto a su contribución a la escena artística del país, incluso con «proyección internacional».
Aunque reivindica «más escaparate» para la producción artística para intentar revocar el estado de «precarización del sector», asegura que Cuenca defiende «una cartera bastante potente de artistas».
Fernando Buenache, Estela Miguel, Bea del Monte o Cande Lázaro son algunos de los nombres que pone encima de la mesa como máximos exponentes del arte conquense.
«En Cuenca hay movimiento, más de lo que parece. Te das cuenta cuando haces un análisis y ves cuánta gente trabaja en la provincia», asegura.
Pero el sector tiene sus propias reivindicaciones, y Raposo apuesta por potenciar la proyección artística de los productores conquenses en el exterior.
«El escaparate no tiene que ser la ciudad natal. Falta una plataforma que genere vínculos con el exterior para que los artistas tengan visibilidad fuera de la provincia. Nuestra misión tiene que ser acercar esa otra mirada», ha agregado.
Propone igualmente abrir los espacios museísticos de la ciudad a colectivos artísticos, o fomentar la creación de espacios abiertos.
Todo para «visibilizar todo el arte que se hace en Cuenca», pero más allá de las fronteras conquenses. «Es interesante, para no precarizar el arte, que las instituciones apuesten por financiar la producción de los artistas», ha rematado.