El Parque ArqueolĂłgico de SegĂłbriga, al lado de la A-3, muy prĂłximo a grandes nĂşcleos de poblaciĂłn como Madrid, Cuenca y Valencia, es un «lugar emblemático» dentro de la arqueologĂa y museologĂa del mundo romano que cuenta, además, con un entorno de «gran riqueza natural».
«Lo que realmente destaca es la confluencia de todos los edificios públicos como un anfiteatro, en perfecto estado de conservación y donde se celebran aún algunos juegos gladiatóricos; y un teatro en el que se ha gestado un ambicioso programa cultural con teatro clásico o actuaciones musicales», ha manifestado.
A ello ha unido el entorno del parque que, según ha señalado, se caracteriza por su «riqueza arqueológica y natural». «Esta enclavado en la Mancha Alta con paisajes de absoluta belleza», ha matizado el diputado.
También ha destacado que todo el interior del parque disfruta de unas instalaciones con un museo y sala de exposiciones e interpretación «distintos a otros yacimientos» con reconstrucciones virtuales, recreaciones en 3D y visitas guiadas «que hacen las delicias de todo aquel que quiere pasearse por él».
«Al lado tenemos castillos medievales, como el de Belmonte; el monasterio de Uclés y una variada riqueza gastronómica y hotelera que cumplirán los deseos de todo aquel que se quiera acercar. Animamos a venir porque es distinto», ha concluido.
EL YACIMIENTO
El yacimiento arqueolĂłgico es uno de los conjuntos más importantes de la Meseta. La monumentalidad de sus restos excavados, donde están presentes todos los edificios pĂşblicos, referentes esenciales de la arquitectura romana, ha convertido a SegĂłbriga en un yacimiento singular para entender las caracterĂsticas urbanas de este perĂodo al no contar con ninguna ciudad actual superpuesta.
A partir de un castro de la Edad del Hierro surgió, en el cerro de Cabeza de Griego, en Saelices, la ciudad romana de Segóbriga. El conjunto de las «ruinas de Cabeza de Griego» fue declarado monumento histórico-nacional por decreto de 3 de junio de 1931, siendo por lo tanto Bien de Interés Cultural.
En la dĂ©cada de los años 50 del siglo XX se llevaron a cabo los primeros trabajos, con metodologĂa arqueolĂłgica, pero será a partir de 1961 cuando el arqueĂłlogo MartĂn Almagro Basch comenzĂł a ocuparse del yacimiento arqueolĂłgico, al que debemos que pusiese las bases, con gran visiĂłn de futuro, para su estudio y valoraciĂłn cultural. Lo hizo con el apoyo del conquense Francisco Suay, que juntos tambiĂ©n colaboraron en la creaciĂłn del Museo ArqueolĂłgico de Cuenca.
En aquella fecha comenzó la excavación y restauración de los principales monumentos de la ciudad romana, el teatro y el anfiteatro, a la que siguieron otras campañas de excavaciones, que aumentaron la superficie excavada, su puesta en valor y visita a los edificios y espacios que hoy forman parte del recorrido por el conjunto arqueológico. Esta labor de investigación arqueológica continúa en el yacimiento con campañas de excavaciones en verano.
En 1975 se inaugurĂł el Museo de SegĂłbriga, el actual Museo de los EpĂgrafes, una pequeña instalaciĂłn, que funcionĂł como Museo de Sitio, hasta la apertura del Parque ArqueolĂłgico.
En el año 2000 se iniciaron los trabajos de construcciĂłn del Centro de InterpretaciĂłn del Parque, nueva construcciĂłn que vendrĂa a sustituir a la pequeña instalaciĂłn museográfica, reconvertida a dĂa hoy en un museo epigráfico, vivienda y almacĂ©n para el depĂłsito de materiales arqueolĂłgicos.