jueves, 7 noviembre, 2024

El trabajo en equipo, clave en la recuperación del lince ibérico

Si hay un elemento que ha sido clave en la recuperación de una especie tan emblemática como el lince ibérico en la Península Ibérica es el trabajo en equipo, ha asegurado en una entrevista con EFE Nuria El Khadir, directora de la fundación CBD Hábitat, uno de los 21 socios del proyecto Life LynxConnect.

Para encontrar el origen de esta fundación sin ánimo de lucro hay que remontarse a 1999, año desde el que vienen trabajando en la conservación de especies amenazadas dentro y fuera de España, entre ellas el águila imperial, el buitre negro o la foca monje, además del lince ibérico.

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En relación con esta especie, cuenta El Khadir, fue en ese año cuando pusieron en activo «los acuerdos de colaboración» que tuvieron como primeros destinatarios los propietarios de las fincas privadas de Andalucía donde quedaban los últimos ejemplares de lince ibérico, concretamente Doñana y Andújar (Jaén).

Desde entonces atesoran un trabajo de casi 25 años en colaboración de muchos más actores, en el marco de distintos proyectos Life europeos, que ha permitido pasar de los 100 ejemplares existentes por entonces a los más de 1.365 contabilizados en el último censo -correspondiente a 2021-, una evolución que ha permitido pasar de una situación de «peligro crítico de extinción» a «en peligro» y que, de continuar según las previsiones, permitirá alcanzar en 2025 la categoría de «vulnerable».

Entre esos actores se encuentran la Junta de Andalucía, que actualmente coordina el proyecto LynxConnect, el Life actual del lince; los gobiernos de Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal, además de ONGs como WWF, empresas y asociaciones hasta un total de 21 socios que participan en dicho proyecto europeo, el cuarto desde que se comenzara a trabajar en la recuperación de la especie.

La labor de estos socios, más la que realizan desde el Proyecto de Cría en cautividad de la especie, evidencia, a juicio de la directora CBD Hábitat, que «el trabajo en equipo entre la propiedad privada, la pública, las onegés cazadores, empresas y público en general ha sido esencial; sin ello no se hubiera podido recuperar la especie como se está haciendo».

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«Desde el comienzo de este proyecto ha sido fundamental la colaboración entre las administraciones, la colaboración de la propiedades privadas donde quedaban esos últimos ejemplares y en las que se sigue trabajando. Esa conjunción ha hecho posible que el territorio con presencia de lince ibérico se vaya ampliando y que la especie los vaya ocupando», ha apostillado.

Considera, además, que los programas Life centrados en esta especie «han sido también premiados por esa sinergia entre sectores tan diferentes, ha sido muy importante a la hora de avanzar».

En el caso de la CBD Hábitat participa en la Oficina del Proyecto y cuenta con distintos equipos de seguimiento en campo distribuidos por distintas zonas de Extremadura; en la sierra norte de Sevilla, en Andalucía; y en Toledo y Ciudad Real, en Castilla-La Mancha.

«El trabajo de los equipos en campo consiste en consolidar las zonas de reintroducción a través de la búsqueda de stepping stones, es decir, espacios que facilitan los movimientos de los individuos entre las poblaciones existentes, con el fin de aumentar su conectividad funcional», ha precisado.

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Más allá del Life, la Fundación trabaja desde sus orígenes en la zona de Andújar donde, junto con entidades privadas, logran fondos para seguir incidiendo en el mantenimiento de la especie a través de actuaciones que, por ejemplo, se centran en el mantenimiento de las poblaciones de conejo, presa principal de la especie.

Esta labor en torno al lince ibérico repercute, además, desde el punto de viste económico y social en el territorio en el que se desarrolla generando importantes beneficios.

El desarrollo del proyecto en sí, destaca El Khadir, «ya tiene un impacto económico importante en la zona porque todo se invierte en ella y tanto el material como el personal se contrata fundamentalmente en ella; a ese impacto directo, se suma la repercusión indirecta derivada de esa recuperación, por ejemplo, desde el punto de vista turístico».

«Las especies emblemáticas tienen una función muy importante que nosotros llamamos paraguas, son muy llamativas, y una vez que comienzan a ser recuperadas tienen un impacto importante desde el punto de vista turístico como ocurre en Doñana o en Andújar», ha indicado.

De esta forma, el lince ibérico se convierte en un reclamo para los amantes del turismo de naturaleza que ayuda a romper la estacionalidad y a la creación de empresas y de empleo ligado a la especie.

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