La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha ofrecido datos al respecto del programa de prevención precoz de cáncer de mama en la región, apuntando que se han conseguido atajar hasta 802 tumores a lo largo de todo el territorio.
En rueda de prensa, y al hilo de que el Consejo de Gobierno de la presente semana haya autorizado por valor de 23 millones de euros la contratación del programa de detección precoz de cáncer de mama en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y en el área sanitaria de Talavera de la Reina, ha exhibido además que el 80 % de las mujeres llamadas a revisión acuden a la cita, dato que en provincias como Ciudad Real se eleva al 92 %, lo que demuestra el «rotundo éxito» de esta convocatoria.
Fueron un total de 108.295 mamografías, 802 de ellas derivadas al encontrar sospechas de tumor; y además, 1.200 mujeres afectadas se han beneficiado de los test con plataformas genómicas que se pusieron en marcha por primera vez en 2017, según sus datos.
13.000 SESIONES DE RADIOTERAPIA MÁS
A estos datos ha sumado el total de 48.000 sesiones de radioterapia asumidas por el sistema público en 2022, un incremento de casi 13.000 por la puesta en marcha del acelerador lineal en el Hospital Universitario de Toledo.
Además de poner el sistema en Toledo, ya se han adjudicado las obras para poner en marcha estas unidades con aceleradores lineales en Cuenca y Guadalajara, tal y como ha recordado Fernández, por lo que el número de radioterapias que no pasarán por el sistema privado se elevará en los próximos años.
REDUCIR LA EDAD DIANA
Sobre este programa, que el Consejo de Gobierno aprobó llevarlo a concurso por casi cinco años, también ha hablado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, que ha indicado que el Ejecutivo regional no se plantea reducir la edad diana.
Preguntado por esta cuestión antes de presentar el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria, ha dicho que fijar esta revisión a partir de los 45 años obedece a un consenso de mucho calado científico, no solo en Castilla-La Mancha, sino en el conjunto de Europa.
«Sé que algunas comunidades han hecho algún cambio. Seguramente esté en discusión en el ámbito científico, pero nosotros al situarlo entre los 45 y los 70 años, tenemos un recorrido muy adecuado a la norma europea. Ahí vamos a seguir, hasta que no nos demanden un cambio bien consensuado», ha defendido.