El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha analizado este viernes sus siete años al frente de la Presidencia del Gobierno regional asegurando que ha ido cumpliendo con todos los objetivos marcados pese a la crisis sanitaria y el contexto del conflicto en Ucrania, afirmando además que su ilusión por comandar la Comunidad Autónoma se ha visto «incrementada» con el paso del tiempo.
En declaraciones a los medios desde Cuenca, García-Page ha considerado que los objetivos en cuanto a empleo, instalación de empresas, mejorar sanidad, educación y dependencia o combatir los «recortes» del Gobierno que le precedió están cumplidos, y eso «sin haber previsto las crisis que ha habido que gestionar».
«La palabra crisis nos ha acompañado estos siete años y sería una excusa perfecta, pero a pesar de eso vamos a hacer todo lo comprometido», ha abundado.
Además, ha defendido que tiene aún más ilusión que cuando accedió al Palacio de Fuensalida, ya que, si no la tuviera, se iría «mañana» de su cargo, porque para este oficio «se necesita vocación».
En otro orden de cosas, ha avanzado que en próximas fechas podrán cristalizar cerca de una docena de proyectos empresariales que quieren instalarse en la región. «Aunque la mitad de las cosas previstas no salgan, solo con la otra mitad, ya vamos bien», ha dicho.