La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo ha encontrado culpables a M.A.M.A., J.M.A.M., J.L.G.D. y D.R.R. de los delitos de tenencia ilícita de armas, robo con fuerza en las cosas, falsedad documental, receptación, robo con violencia e intimidación, hurto y lesiones por robar todo tipo de objetos, incluidos joyas por valor de 500.000 euros y vehículos de alta gama, delitos por los que se les impone penas entre los 7 y los 32 años de prisión. Sin embargo, han sido absueltos del delito de pertenencia a grupo criminal del que también estaban acusados.
Por su parte, M.A.M.A. ha sido condenado por los delitos de robo con fuerza en las cosas con carácter continuado, falsedad documental, receptación, dos delitos de robo con violencia e intimidación y tenencia ilícita de armas a 28 años y cinco meses de prisión.
Mientras, J.L.G.D. ha sido hallado culpable de robo con violencia e intimidación, falsedad documental y tenencia ilícita de armas, por los que ha sido condenado a pasar 8 años y diez meses en la cárcel.
Finalmente, D.R.R. ha sido encontrado culpable de robo con violencia e intimidación, falsedad documental y tenencia ilícita de armas, que han supuesto para él una pena de 7 años y ocho meses de cárcel. Sin embargo, ha sido absuelto de los delitos de atentado y otro leve de lesiones del que también se le acusaba.
LOS HECHOS
En la sentencia, la Audiencia considera probado que el 26 de septiembre de 2018 J.M.A. y M.A.M.A, junto con al menos otros dos individuos no identificados, se desplazaron hasta una carpa en la localidad madrileña de Pinto y, tras acceder a la misma, procedieron a apoderarse de cuatro vehículos de marca BMW.
A continuación, el 1 de octubre de ese mismo año, se procedió a la sustracción de una furgoneta de marca Renault que, el día 5 del mismo mes, fue puesta a disposición de J.M.A. y M.A.M.A, quienes se sirvieron de la misma hasta su recuperación.
Después, el 5 de noviembre, ambos, en unión con terceros no identificados, se desplazaron desde la localidad de Seseña hasta la guadalajareña de Yunquera de Henares, concretamente hasta el exterior de las instalaciones de una mercantil donde, tras realizar las oportunas vigilancias, ocultando sus rostros y provistos de armas de fuego se dirigieron a la puerta de la salida de camiones, donde redujeron a su vigilante, llegando a engrilletarle y encañonarle en reiteradas ocasiones.
Acto seguido, se apoderaron de múltiples dispositivos móviles, tablets, accesorios, televisores, paquetes informáticos Microsoft Office y joyas diversas, valoradas en 42.639,91 euros.
A continuación, el 12 de noviembre, J.M.A. ya fuera personalmente o a través de una tercera persona siguiendo sus instrucciones, sustrajo otro vehículo marca Renault en Madrid, sirviéndose del mismo hasta que fue recuperado tras su detención.
Posteriormente, el día 13 de ese mes, J.M.A. y M.A.M.A., junto con terceros no identificados, se desplazaron hasta una mercantil en Madrid, apoderándose de dos vehículos marca Mercedes Benz, a los que cambiaron las placas de matrícula. De igual modo, el 19 de noviembre repitieron la misma acción, saltando la valla perimetral de dos metros de altura para apoderarse de un vehículo Mercedes.
ROBO EN CÓRDOBA
Finalmente, el 22 de noviembre de 2018, J.M.A., M.A.M.A, J.L.G.D y D.R.R, se dirigieron hasta el domicilio del segundo de ellos en Ontígola, abandonando el lugar minutos después para dirigirse a Córdoba. Allí, y con la finalidad de evitar que su vehículo pudiera ser vinculado con los hechos que iban a perpetrar, se apoderaron de las placas de otro, colocándolas en el suyo.
Tras estas operaciones, se dirigieron hasta las inmediaciones de una joyería cordobesa, donde con ocasión de la llegada de un vehículo ocupado por trabajadores de dicha empresa, mientras uno de los acusados esperaba al volante del vehículo, los otros tres se bajaron con los rostros ocultos y abordaron a los trabajadores, sirviéndose de al menos dos armas de fuego tipo revólver.
Los acusados, siempre según el relato de la Fiscalía, apuntaron a los trabajadores obligándoles a tirarse al suelo, apoderándose de todas las joyas que allí encontraron, así como un ordenador portátil tipo impresora, un lector de códigos láser, diversa documentación tanto de la empresa como del vehículo y personal de los trabajadores, así como efectos particulares de los mismos. Todas las joyas estaban valoradas en unos 500.000 euros.
En cuanto a las joyas, se apoderaron, en una maleta negra, de 70 anillos de oro blanco, 70 anillos de oro amarillo, 70 anillos y sellos de oro amarillo, 77 sortijas de oro, 140 colgantes en forma de cruz, 894 pares de pendientes de oro, 54 alfileres de oro, 11 colgantes de oro y 27 pendientes japoneses.
Asimismo, en el interior de un maletín sustrajeron numerosas alianzas, sortijas de diamantes, colgantes y piercings de oro, bolsas con colgantes de oro de diferentes pesos y pulseras tobilleras.
Además, en el interior de una bolsa de deporte negra hallaron 17 mantas con joyas de oro, así como 68 piercing y 91 colgantes, todos ellos de oro. Igualmente, en otra bolsa de deporte robaron 145 alianzas y sortijas de oro, una báscula de precisión, mantas con pulseras y gargantillas, cadenas y cordones de plata, bolsass con pendientes de oro y plata y sobres con composturas.
HUIDA TRAS EL ROBO
Tras el robo, los acusados iniciaron de forma inmediata la huida en un vehículo marca Mercedes Benz, al que nuevamente quitaron las matriculas previamente sustraidas y colocaron las que le correspondían, y regresaron a la localidad de Ontígola, sirviéndose de un vehículo Renault. Mientras, agentes de la Guardia Civil habían preparado un dispositivo para proceder a su detención en Ontígola tras haber tenido noticia de los hechos acaecidos en Córdoba.
De esta manera, sobre las 22.10 horas la comitiva con los acusados, formada por el vehículo Mercedes y el Renault, llegó hasta las inmediaciones de la vivienda en Ontígola, cuando M.A.M.A. se bajó del vehículo y comenzó a sacar del mismo las mochilas y maletas con las joyas sustraídas, depositándolas ante la puerta de la vivienda, momento en el que se activó el dispositivo policial para proceder a la detención de los acusados.
En ese momento, M.A.M.A. inició la huida a la carrera, si bien fue detenido en el interior de su domicilio. Por su parte J.M.A. al volante del Mercedes Benz, inició maniobras de huida, acelerando la marcha en dirección al dispositivo de cierre de la Guardia Civil.
De esta forma, aunque un agente le requirió para que se detuviera, continúo la marcha, tratando de deslumbrar al agente con las luces largas y obligándole a que saltara hacia un lado para evitar el impacto, golpeando contra la furgoneta de los agentes para retirarla de su camino, deteniendo sus acometidas una vez que los agentes realizaron disparos tanto a las ruedas como a zonas del vehículo en las que no se pusiera en peligro al acusado pero se lograra detener su marcha. No obstante, el acusado salió del vehículo a la carrera hasta que fue detenido en las inmediaciones.
Mientras, J.L.G.D. y D.R.R., al percatarse de la presencia de los agentes, trataron de huir en el vehículo Renault pero, al entrar en una calle sin salida, se vieron obligados a apearse del mismo, continuando con su huida a la carrera y golpeando D.R.R. con la puerta del vehículo a un agente, siendo finalmente detenidos ambos.