Desde 2016 los precios de los alimentos típicamente navideños no habían subido tanto en tan poco tiempo: un 11,3% de media en diciembre, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Unas subidas que se traducen en precios históricos en varios productos.
OCU sigue desde hace años el precio de 15 alimentos típicamente navideños y de gran demanda en estas fechas, en mercados municipales, supermercados e hipermercados de Albacete, Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. En concreto, recoge el precio del cordero lechal para asar por cuartos, el redondo de ternera, la pularda, el pavo, el jamón ibérico de cebo al corte, la lombarda, la piña, el besugo, la lubina de acuicultura, la merluza al corte, las angulas, los langostinos cocidos, los percebes gallegos, las almejas y las ostras. Este tercer estudio, que sucede a uno realizado a primeros de diciembre y otro de hace diez días, recoge los precios antes de la Nochebuena.
LAS MAYORES SUBIDAS DE PRECIOS
Con los datos obtenidos en este tercer control, OCU advierte de una subida extraordinaria del 11,3% en diciembre. Las mayores subidas de precios en las últimas semanas se dan en los percebes (77%), la merluza (58%), las almejas (19%), el besugo (14%) y la piña (9%). También subieron, aunque en menor medida, el redondo de ternera (5%), el jamón ibérico (4%), la lombarda (3%) y la lubina (2%). Mientras que el cordero, los langostinos y las ostras apenas variaron sus costes durante diciembre. ¿Bajadas significativas? En pocos alimentos: la pularda (-10%), las angulas (-6%) y el pavo (-3%).
El nivel general de precios de estos productos respecto al año pasado por estas mismas fechas es un 10% superior. De hecho, cinco alimentos están en precios máximos: la merluza (20,60 €/kg), las angulas (1.299 €/kg), la piña (1,75 €/kg), el cordero (18,52 €/kg) y la pularda (8,67 €/kg).
Para aquellos consumidores que quieran evitar las subidas típicas de Navidad, OCU recomienda comparar precios en los mercados y supermercados cercanos y sustituir los productos más caros por otros alternativos más económicos que, aunque tengan menos demanda, pueden resultar igual de interesantes desde un punto de vista nutricional.