Efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete han investigado a una persona como presunta autora de un delito contra la seguridad vial. El conductor, de 30 años de edad y vecino de la localidad murciana de Águilas, conducía un vehículo articulado bajo los efectos de alcohol y drogas, cuadruplicando la tasa de alcohol permitida para conductores profesionales.
Esta actuación se enmarca dentro de la campaña establecida por la Dirección General de Tráfico, durante la pasada semana, con el objetivo de disminuir el consumo de alcohol y drogas entre los conductores, intensificándose los controles en las carreteras de la provincia albaceteña para detectar este tipo de sustancias en el organismo.
Los hechos tuvieron lugar cuando una patrulla de motoristas, pertenecientes al Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete, que realizaban servicios específicos de su especialidad por la carretera CM-316 (Munera-Mahora), observaron como el conductor de un conjunto de vehículos pesados no respetaba una señal de ceda el paso existente en una rotonda de la citada vía de comunicación.
Tras la parada del vehículo articulado, a su conductor le fueron requeridos tanto sus documentos personales como los del vehículo y semirremolque, notificándole en ese momento la denuncia por la infracción que había cometido, realizándole además las pruebas para la detección de alcohol y drogas en el organismo arrojando en ambas un resultado positivo, ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
La prueba etilométrica para detectar la presencia de alcohol mediante aire espirado arrojó un resultado de 0,62 mg/l, cuadruplicando la tasa máxima permitida para este tipo de conductores fijada en 0,15 mg/l. El test de drogas también dio resultado positivo a cocaína y cannabis (THC).
A raíz de estos resultados, la Guardia Civil de Tráfico investigó a esta persona por un delito contra la seguridad vial, inmovilizando el vehículo articulado en un lugar habilitado.
La Guardia Civil recuerda que el alcohol es un factor concurrente o determinante en gran parte de los accidentes mortales de circulación. Su presencia en la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica el riesgo de sufrir un accidente, además de ser un factor agravante de sus consecuencias.
Los hechos descritos podrían ser castigados, según establece el artículo 379.2 del Código Penal, con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Las diligencias policiales, instruidas por personal del Equipo de Atestados del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete, fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de La Roda que ha entendido de los hechos.