Efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete han detectado a un conductor de un vehículo que dio positivo al test de drogas. En la parte trasera del turismo viajaba su hijo, menor de edad, provisto de un sistema de retención infantil, pero sin el arnés abrochado, con el consiguiente peligro para su vida en caso de accidente.
Durante la prestación del servicio por parte de una patrulla de motoristas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete, mientras circulaban por la autovía A-31 (Atalaya del Cañavate-Alicante), pudieron observar como el conductor de un turismo llevaba en su parte trasera a un menor de edad sentado en un sistema de retención infantil, pero sin el arnés abrochado, con el consiguiente peligro para su vida.
Tras la parada del vehículo, en un área de servicio próxima, y cuando se le iba a notificar al conductor la infracción cometida, los agentes percibieron síntomas externos que hacían sospechar que esta persona pudiera haber ingerido bebidas alcohólicas o drogas. Tras someterse a las pruebas de detección de estas sustancias, resultado positivo al test de drogas, ha informado en nota de prensa el instituto armado.
Mientras se realizaban estas pruebas, uno de los guardias civiles se dirigió hacía el menor para interesarse por cómo se encontraba, manifestando que tenía hambre y sed ya que no había comido nada desde el desayuno, siendo en ese momento las 15.30 horas.
El agente de la Benemérita no dudó en dirigirse a la gasolinera existente en el área de servicio para comprarle un sandwich y una botella de agua, quedando muy agradecido al guardia civil, comentándole que había cumplido 4 años el día anterior.