El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha considerado que «vendría bien» a los españoles «más sentido práctico y exagerar menos» lo que les diferencia en materia territorial, de manera que se podría «avanzar en un entendimiento básico de unidad de los que forman España sin que se tenga que renunciar a las diferencias legítimas de comarcas, provincias y territorios».
«Cuando he estado alguna temporada larga fuera de nuestro país, sin duda he vivido la experiencia de sentir que cualquier cosa que hablara de España me llamaba rápidamente la atención. ¿Es eso amor a la patria? Puede ser. Los sentimientos son espontáneos y nos invaden, para crear en nosotros recuerdos y vivencias agradables», añade el arzobispo primado.
LLEVARSE BIEN CON LOS COMPATRIOTAS
Añade que, en ocasiones, ha pensado que a los que han nacido en España, incluido él, «les cuesta menos llevarse bien con los compatriotas fuera de la patria que cuando estamos en ella día a día».
«¿Esa empatía la suscita la nación común donde hemos nacido? Yo no lo descarto. Pero tampoco quiero absolutizar que soy español, porque soy cristiano católico, esto es, universal, y el amor de Cristo me une a toda la humanidad», asevera.
Considera Rodríguez Plaza que en la historia de España «ha costado ver la grandeza de los compatriotas y se suelen enfrentar unas épocas con otras con un espíritu destructivo».
«Sin embargo, es preciso también advertir que el amor desordenado y soberbio a la nación se apoya con frecuencia en una proyección ficticia de la vida y la historia de esa nación, cuyos efectos estamos viviendo en estos meses tan intensos de la vida de España», ha finalizado.