La cosecha de almendra en C-LM sumará 11.015 toneladas, un 48% menos que en 2020

La cosecha de almendra en Castilla-la Mancha se estima en 11.015 toneladas (Largueta, Marcona y Comuna), lo que representa un 48,7% menos que en la campaña anterior, pese a tener una superficie en producción mayor en 2021 que en 2020, tras la reunión mantenida por los miembros de la Mesa Regional de Frutos Secos en Castilla-La Mancha.

Esta mesa está integrada por Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Asaja, COAG, UPA y la Asociación Española de Organizaciones de Productores de Frutos Secos y Algarrobas ‘AEOFRUSE’, y con la participación en esta ocasión de Juan Francisco Sánchez, representante de la Delegación de Agricultura en Albacete.

De un año a otro se ha incremento de superficie de almendro en producción en 16.267 hectáreas en Castilla-La Mancha, en concreto para la campaña actual la superficie de almendro en secano se estima en 87.803 ha y en regadío 14.830 ha en producción, lo que da un total de 102.633 ha de almendro en producción. Concretamente, la estimación de kilos/hectáreas previstos para la presente campaña 2021/2022 es de 107,3 en la región.

En cifras, la producción definitiva de la pasada campaña fueron 21.474 toneladas, para una superficie de producción de 86.366 hectáreas, ha informado Cooperativas en nota de prensa.

PISTACHO

En cuanto al pistacho, en la PAC de 2020 se declararon 37.679 ha de pistacho, y de estas se considera que 3.938 ha son las que se encuentran en producción (superficie plantada según PAC de 2012), estando en secano 3.388 ha y en regadío 550 ha de este modo, se prevé una estimación de cosecha 2021/22 de 2.863 toneladas de pistacho, un 27,2% más que la campaña anterior.

Según explica el portavoz de Frutos Secos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Emilio Galdrán, «el temporal sufrido en enero por Filomena y las heladas de finales de marzo han ocasionado fuertes daños en el almendro, pero de forma muy desigual, ya que hay plantaciones con una cosecha muy abundante y otras que la han perdió totalmente y esta situación se da tanto en variedades tradicionales de floración temprana como en variedades nuevas de floración más tardía».

Esta variabilidad hace que sea muy difícil hacer, este año, la estimación de cosecha del almendro, a pesar de los datos ofrecidos por la Mesa Regional, partiendo de los ofrecidos por el MAPA y la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha.

A estos daños hay que añadir los ocasionados por tormentas de granizo, aunque estos han sido muy localizados y tienen una menor incidencia en la estimación total. Como consecuencias de una primavera muy húmeda, en el almendro, se han producido ataques de hongos, y también se han producido ataques de pulgón, sobre todo, en zonas próximas al monte.

En cuanto a la avispilla del almendro, no se sabe cuantificar todavía la incidencia que podrá tener, pero sí se reconoce que el agricultor está sensibilizado y realiza actuaciones para minimizar sus daños.

DOS CAMPAÑAS DE PRECIOS BAJOS

Según Emilio Galdrán «el mercado lleva dos campañas de precios bajos en la almendra, excepto en ecológico, y no parece que este año los precios suban».

El principal problema es la concentración de la oferta por parte del EEUU, que acumula el 80% de la producción y copa los mercados. Falta conocer, según explica Galdrán, la posible repercusión negativa que pudiera causar la climatología en EEUU, donde se están experimentando importantes subidas de temperaturas –10 puntos por encima de la media–, sumado a la falta de agua-. Esto puede hacer subir la demanda en Europa y España y por tanto, subir los precios. «Pero estamos hablando de hipótesis aún», recalca Galdrán.

Es importante continuar con las tareas de integración cooperativa en la producción, apuntaba el portavoz, para poder hacer frente a situaciones como la descrita».

«En EEUU ¿por qué venden más cara la almendra que nosotros, siendo incluso de peor calidad? Porque el sector está unido y va de la mano de la administración, todos a una. Allí se sabe lo que se produce, cómo se tiene que producir y a dónde se tiene que destinar la producción para no tener que bajar los precios de sus propios agricultores y de sus empresas. Y aquí cada uno va por libre, y eso no puede ser».