El patio manchego del Mirador de la Mancha en Villarrubia de los Ojos fue testigo este pasado martes de la presentación del libro “Entre pucheros y alambiques. Una contribución a la cocina y usos tradicionales en La Mancha del siglo XIX”, de Carlos Villanueva, ilustrado por Angel R. Moya y editado por la Biblioteca de Autores Manchegos de la Diputación Provincial.
Además de los autores, el acto contó con la presencia del diputado de Cultura y responsable de la BAM, David Triguero, quien destacó la importancia de ir normalizando la realización de este tipo de actos culturales que, como en esta ocasión, unen a dos de los colectivos que más han sufrido las consecuencias de la pandemia: el sector cultural y el hostelero, este último representado por el establecimiento que regenta Valentín Rodríguez y que ha prestado sus instalaciones para que esta presentación haya sido posible.
También reivindicó el compromiso de la Corporación provincial por la Cultura, los libros y sus autores, así como la promoción de la gastronomía y los productos de nuestra tierra a través de iniciativas como la que representa la actividad de “Sabores del Quijote”.
El alcalde de Villarrubia, Miguel Ángel Famoso, se felicitó de la oportunidad que el nacimiento de este libro da a todos los vecinos de conocer su pasado, de sentirse orgullosos del legado de sus mayores, valorando el pasado para mirar con esperanza el futuro. Por su parte, el delegado provincial de Educación y Cultura de Castilla-La Mancha, José Caro, subrayó la importancia de recuperar la memoria de nuestros antepasados y destacó la casualidad que llevó a hallar el manuscrito origen de este libro, y que nos traslada a un tiempo pasado que vuelve a nosotros con los aromas de los guisos tradicionales de nuestras madres y abuelas.
Carlos Villanueva relató cómo, previo al derribo de la casa familiar de la calle del Verde, su hermana encontró en una vieja cómoda un pequeño cuadernillo manuscrito, cosido a mano, que recogía diversas recetas de cocina y de química. Algunas pistas apuntaban a que fue escrito a finales del siglo XIX, por “el tío cura”, vecino de la casa en aquella época y que aparecía en los recuerdos de la abuela y las tías de Carlos Villanueva, quien se puso a la tarea de transcribir el contenido de este cuadernillo, fruto de la afición por la buena mesa y las manualidades, como la orfebrería o las prácticas de un laboratorio químico, del sacerdote don José María García y Moreno de la Paz (Manzanares, 1829-Villarrubia de los Ojos, 1911). Abandonado a lo largo de los años, la ruina de la que fue su casa y la casualidad rescató su legado para todos nosotros, de forma que este pequeño recetario es el origen y objeto de este sencillo, pero curioso libro.
El autor invita a los lectores a adentrarse en los fogones de una casa manchega de finales de mil ochocientos, e incluso que prueben algunas de estas recetas, elaboradas con paciencia a fuego lento, sin prisas, a que imagine a nuestro protagonista manejando pucheros y matraces caseros, sin precauciones, compartiendo con él la rudimentaria elaboración de vinos y los métodos tradicionales para sazonar y encurtir, algunos de los cuales aún se practican en nuestros hogares.
La cocina está ligada a la historia de la Humanidad. La utilización de productos locales, fruto de siglos de selección, ha modelado el paisaje de nuestros pueblos a través de la agricultura. La cocina forma parte de nuestra estructura social, por eso es importante la conservación de nuestra cultura culinaria, de las recetas tradicionales, que pasan de padres a hijos, y que se disfrutan en la mesa, lugar de encuentro y diálogo que refuerza nuestros lazos como seres humanos.
El ilustrador, Ángel R. Moya, agradeció la oportunidad que le brindó el autor de participar en este proyecto que para él ha supuesto un reto y que le ha llevado a investigar para intentar recrear la figura del sacerdote protagonista, de los mercados en los que adquiría sus productos o de los utensilios que formaban parte de su cocina en la Villarrubia de finales de siglo XIX.
Al finalizar el acto, el público pudo degustar algunas de las recetas que aparecen en el libro, recreadas por el chef del Mirador de la Mancha, Javier Donaire.
El libro, que tiene un precio de 12 euros, puede adquirirse en cualquier librería y está distribuido a nivel nacional a través de Distriforma (distriforma.es).