Cuatro varones, identificados como F.A., D.C., A.D. y M.O., nacidos en Ghana, Costa de Marfil y MalÃ, han sido condenados a una pena de un año y ocho meses por un delito de desorden público y una multa económica por siete delitos leves de lesiones, que habrÃan tenido lugar en agosto del 2020, cuando se escaparon del edificio del IFAB de Albacete donde tendrÃan que haber hecho cuarentena. PertenecÃan al grupo de temporeros en el que se detectó un brote de COVID-19.
En concepto de responsabilidad civil, los cuatro acusados deberán indemnizar conjunta y solidariamente a un agente en la cantidad de 350 euros, con la aplicación de los intereses legales del artÃculo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
La sentencia señala que «se produjo una actuación en grupo en las que los acusados junto al resto de personas (sobre doscientas), todos ellos de común acuerdo, actuando en masa y de forma sorpresiva acometieron contra los agentes, a los que empujaron, insultaron, amenazaron y lanzaron botellas, piedras y otros objetos, para conseguir salir y marcharse del IFAB».
Dice la sala que estos hechos «produjeron una alteración del orden público y de la paz social» y que los acusados «actuaron de forma activa, pretendÃan poner fin al confinamiento, y para ello hicieron uso de la violencia, olvidando los motivos sanitarios que habÃan dado lugar al mismo y la orden judicial que lo autorizaba».
Se atribuye a los acusados «dolo compartido», siendo coautores de los hechos actuando de «forma especialmente activa» y se señala que en los actos violentos, eran los que «más alentaban a los demás».
La Sala considera que las declaraciones de los agentes resultan suficientemente ilustrativas, «sus testimonios han sido prestados con imparcialidad y profesionalidad, sin que se aprecie motivo alguno para dudar de su objetividad y veracidad». Tampoco se advierte una tendencia a la exageración, «siendo lo declarado por ello creÃble y acorde «a la complicada situación que debieron afrontar».
Identifican, pese a ser muchos los que les amenazaron y les lanzaron objetos, «solo a cuatro personas respecto de las cuales no tuvieron duda alguna». «Es más, algunos de ellos sufrieron lesiones, por las que, salvo uno de ellos, ni siquiera quisieron reclamar indemnización».
Frente a lo relatado por los agentes, señala la sentencia, los acusados ofrecieron «una versión de los hechos bien distinta, con una evidente finalidad exculpatoria, justificando la revuelta en el hecho de que no estaban informados y desconocÃan cuándo iban a salir, las condiciones en las que se encontraban, comida insuficiente o por motivos sanitarios».
Reconocen que hubo personas que lideraban a los grupos y alentaban a los demás a salir, que hubo mucha gente intentando salir, aunque negaron ser una de esas personas, y tampoco reconocieron ninguno de los demás hechos que se les atribuyen.
La conclusión que se extrae es que, al parecer, «el confinamiento hubo de prolongarse por motivos sanitarios más allá de los dÃas que inicialmente les indicaron, de manera que, no conformes con ello e invocando que no recibÃan información, querÃan reivindicar su situación y poner fin a la cuarentena».
Contra la presente resolución cabe interponer Recurso de Apelación para ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, previa su preparación ante esta Audiencia, por medio de escrito autorizado con firma de Letrado y Procurador, dentro de los diez dÃas siguientes a la notificación.
HECHOS PROBADOS
Tal y como se describe en los hechos probados, efectivos de la PolicÃa Nacional se disponÃan a dar el relevo a las unidades que realizaban labores de seguridad en un asentamiento de personas confinadas, por cuarentena obligatoria como consecuencia del COVID-19, se produjo una avalancha hacia el exterior del Recinto Ferial IFAB de Albacete, con la intención de salir del mismo.
Ante la situación creada, los agentes procedieron a colocarse formando una barrera para evitar que pudieran abandonar las instalaciones momento en que, gran cantidad de las personas que se encontraban en el lugar de los hechos, procedieron a acometer a los agentes de la exhibiendo algunos de ellos cuchillos y otros objetos contundentes a la vez que les lanzaban adoquines, tableros de madera, botellas llenas de agua.
La actitud de algunos de los confinados hizo que los agentes tuvieran que usar sus armas reglamentarias para impedir que se dispersaran, no consiguiendo su objetivo ya que 70 personas consiguieron sobrepasar la barrera policial y se trasladaron a un parque cercano.
Como consecuencia de estos hechos resultaron heridos de escasa consideración siete agentes, que acudieron a distintos centros sanitarios para que lea atendieran de las lesiones sufridas.