Tras la reunión de la Junta de Gobierno de la Escuela de Tauromaquia celebrada esta mañana, el portavoz del Grupo municipal Unidas Podemos, Alfonso Moratalla, ha lamentado que por culpa del alcalde, que se ha metido donde no debía, cuatro meses después desde que se inició el proceso para nombrar de forma interina a un profesor/director y a un profesor hemos vuelto al punto de partida.
Alfonso Moratalla ha dejado bien claro la oposición de Unidas Podemos a que la Escuela de Tauromaquia se financie con dinero público, así como rechazo absoluto a que se vayan a crear dos plazas en dicha Escuela cuando las prioridades en el Ayuntamiento están en otros muchos servicios.
Pero por si fuera poco, el funcionamiento de dicha Escuela Además y en este caso concreto todo lo que está rodeando a estas convocatorias, es una auténtica chapuza y un despropósito tras otro.
Moratalla ha recordado que el alcalde, quien además es concejal de Asuntos Taurinos y presidente de la Escuela de Tauromaquia, nunca debió haber interferido en un proceso, y mucho menos paralizarlo en base a una información que él conocía por conductos no oficiales, saltándose así el procedimiento y no guardándola neutralidad que debería.
“Es inaceptable que el alcalde propusiera en la reunión anterior dejar el punto sobre la mesa argumentando que la persona que había impugnado la plaza de director se había equivocado, cuando la propia persona interesada no había dejado constancia de ese error, y que después de esa reunión dicha persona presentara un escrito en el registro municipal poniéndolo de manifiesto”.
Alfonso Moratalla ha felicitado al alcalde por lo bien que le funciona la bola de cristal, pero le ha responsabilizado del embrollo que ha liado y de la mala imagen que se está proyectando por haber tomado parte en un proceso que debería haber seguido su curso, en lugar de velar por la transparencia y el cumplimiento escrupuloso del procedimiento administrativo.
En opinión del Grupo municipal Unidas Podemos, el alcalde Vicente Casañ, debería saber a estas alturas cuáles son sus funciones y no aventurarse a plantear cuestiones que no tienen encaje en una administración pública.