El Gobierno de Castilla-La Mancha no maneja «en principio» ninguna fecha para que se puedan producir visitas de familiares a las residencias de mayores de la Comunidad Autónoma y ha pedido «paciencia y tranquilidad» a los familiares de los residentes pues «el virus está entre nosotros, la pandemia no ha desaparecido» y hay que «manejar bien los tiempos».
«Todo llegará si, de verdad, somos responsables», ha comentado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, a preguntas de los medios tras dar cuenta de los acuerdos aprobados por el Consejo de Gobierno de esta semana relativos a su área.
Al respecto ha reseñado que «un paso atrás tiene consecuencias en todos los centros y residencias de la región» pues «cualquier incumplimiento en una residencia relacionado con un nuevo brote nos hace dar dos pasos atrás».
De ahà que haya pedido paciencia a los familiares de mayores que están en residencias de la región, a los que ha comunicado que esas visitas serán posibles «cuando las cifras sean totalmente normalizadas».
Sánchez ha explicado que, aunque Castilla-La Mancha «sigue un curso normalizado» en lo que a la desescalada se refiere, no sucede asà en los centros residenciales de mayores, que «podrÃan seguir una fase independiente» según la incidencia del COVID-19 que haya en cada momento en la Comunidad Autónoma.
Dicho esto, ha recordado que muchas residencias han puesto «sistemas de comunicación avanzados» para que los familiares puedan hablar con los residentes y ver su estado de salud, «pero nos va mucho» en torno a este asunto, «va la vida de las personas mayores», ha recalcado.
De momento, y siempre que estén autorizadas por sanidad, sà se están produciendo estancias temporales en residencias derivadas del hospital y se están incorporando plazas de urgencia social, siempre con las pruebas pertinentes antes de producirse esa entrada en el centro y con un periodo mÃnimo de aislamiento antes de estar en contacto con el resto de residentes.
Asimismo, las residencias llevan a cabo una «desescalada interna», de tal manera que los residentes pueden empezar a salir de sus habitaciones y transitar por espacios comunes y al aire libre pero «de forma puntual», según la situación de cada residencia y «no de forma generalizada».
Finalmente, la consejera de Bienestar Social, consciente del «sufrimiento tan grande» de las personas que no pueden visitar a sus familiares en estos centros, se ha mostrado a disposición para «cualquier atención que necesiten las familias».
«NO NOS LO PODEMOS PERMITIR»
De su lado, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha dicho durante su intervención en el pleno de las Cortes de este jueves que la Comunidad Autónoma aún «no se puede permitir» levantar las restricciones en estos centros de mayores.
Tal y como ha desvelado, están llegando las primeras conclusiones de las auditorÃas realizadas en estos centros sociosanitarios. «Ayer se reunió el grupo de trabajo y decidimos que aún no se puede permitir la vuelta a la normalidad. Ni visitas ni otras actuaciones. Lamento mucho tener que ser más cauto de lo que ha sido el Gobierno central», ha indicado.
Con todo, ha reconocido estar «desobedeciendo al BOE, que ya permite visitas», pero Castilla-La Mancha «no está preparada».
Ahora, se esperará a que toda la región esté en fase 3 para «tomar decisiones», si bien todas las residencias de mayores tendrán que estar libres de COVID-19 para poder volver a retomar cierta normalidad.
«Es obligatorio, nuestros mayores necesitan que les cuidemos y va a ser nuestra mayor ocupación y preocupación», ha zanjado.