Son siete las personas que están acogidas en este albergue y sus trabajadores se las ingenian para llevar a cabo actividades alternativas, como manualidades, para mantener a sus residentes entretenidos y hacerles más ameno el confinamiento que hay que cumplir. También tienen acceso a la televisión, pero «estar todo el día sin poder salir es un poco complicado» para todos ellos, ha asegurado Nieto.
El centro actualmente no dispone de plazas para acoger a más personas porque debe cumplir con las medidas preventivas dictadas por las autoridades con el fin de evitar el contagio. Además, el albergue ha tenido que reducir plazas para asegurarse de que los espacios entre persona y persona son los correctos y minimizar así el riesgo.
A la hora de comer, se ha organizado el comedor para que una persona no coma enfrente de otra y se ha instalado otra mesa para que estén más espaciados. A los residentes se les pide que se laven mucho las manos y los trabajadores se organizan en turnos rotatorios con el fin de que coincidan lo menos posible. A los voluntarios se les ha pedido que no acudan al centro porque la mayoría son personas mayores.
Tampoco se está atendiendo a las personas cuya estancia en el centro es temporal, aunque sí se les ofrece servicio de ducha y se les proporciona comida. El centro ciudadrealeño también cuenta con una habitación por si hubiera que aislar a algún transeúnte.
Mari Carmen Nieto ha aprovechado para pedir a las administraciones que les faciliten material de protección como mascarillas ya que en las farmacias no hay. Guantes, sin embargo, por ahora sí tienen porque es un material con el que trabajan habitualmente en su centro.
Por último, ha pedido a las administraciones que se acuerden de todas aquellas personas sin hogar que hoy están en la calle y que no tienen posibilidad de mantenerse confinados en una vivienda. «Tienen mucho riesgo de infectarse de este virus y quizás de morir», ha advertido.
BUEN AMBIENTE EN GUADALAJARA Y OCUPACIÓN AL 100%
En el albergue se está teniendo la máxima higiene y los desayunos, comidas y cenas, al tener un comedor no muy amplio, se han establecido en tres turnos para que los transeúntes puedan tener una separación adecuada entre una persona y otra.
Además, el centro está cerrado porque está con la ocupación al cien por cien. Desde el Ayuntamiento y Cáritas se están buscando alternativas para habilitar algún local para las personas que puedan llegar y necesiten una acogida. Desde el centro guadalajareño también se han solicitado mascarillas y guantes a todas las empresas y la administración, pero la situación está «complicada», ha dicho López.
Finalmente, ha hecho un llamamiento a todas las personas que por la circunstancias que sea están en la calle para que, si quieren, acudan a Casa Nazaret. «Tenemos nuestra puerta abierta también en estos momentos y juntos buscaremos soluciones para que toda persona pueda vivir con la máxima dignidad», ha manifestado.
EN ALBACETE Y ELtranseúntestranseúntes PABELLÓN JORGE JUAN
En el comedor se han organizado tres turnos para que los residentes guarden las distancias de seguridad y los trabajadores atienden con mascarillas y guantes. En el caso de que algún residente presente algún síntoma se le aislaría en alguna de las tres habitaciones que ahora están vacías.
A los trabajadores, la concejal ha querido dar las gracias porque están demostrando «una responsabilidad muy grande». Éstos se han organizado por turnos para que ellos también puedan conciliar.
Además, el Consistorio ha habilitado el pabellón Jorge Juan, cercano al albergue, para acoger a una quincena de personas que la Policía Local había detectado que no tenían donde estar. Cruz Roja ha ayudado al Ayuntamiento a habilitar el centro prestando camas y kits básicos de higiene personal. Fue ayer por la tarde cuando este espacio se puso en funcionamiento y los residentes dispondrán de comida y espacios de ducha. El pabellón podría acoger a más personas, porque es grande.
TOLEDO EXTREMA LAS MEDIDAS
Los centros de personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Toledo en Toledo y Talavera de la Reina están abiertos, en régimen de confinamiento, tal y como establece el estado de alarma.
Se ha suspendido la actividad de los voluntarios y la atención en los centros de personas sin hogar, cumpliendo todas las normas sanitarias, la están realizando los trabajadores de Cáritas Diocesana de Toledo. En Toledo, 10 trabajadores y en Talavera de la Reina, 6. Los trabajadores de otras áreas ayudan y complementan la acción social en los albergues.
En la actualidad, en el Centro de Personas sin Hogar de Toledo, Cardenal González Martín, cuenta con 24 personas; y en el Alojamiento de Urgencia ‘Virgen de Guadalupe’ en Talavera, hay 10 alojados. En los centros solo entrarán nuevas personas salvo derivación de la Policía, en coordinación con los Servicios Sociales.
Todos los alojados permanecerán dentro del albergue, tanto en Toledo como en Talavera de la Reina. Se extremarán las medidas de higiene en el centro, y las personas que acuden al servicio de comedor vendrán a recoger la comida en recipientes y se llevarán la comida a sus casas o espacios donde habiten. Solo realizarán las comidas en el centro las personas alojadas. Se valorarán casos excepcionalmente de personas que duerman en la calle y soliciten comer en el centro.
De este manera, quedará más espacio libre en el comedor para poder guardar la distancia de seguridad entre ellos y que no se sienten enfrente unos de otros. Se valorará la posibilidad de hacer turnos en comidas y cenas, se evitará que se acumule mucha gente en el salón y en estancias comunes, se están separando las camas y se están haciendo turnos en las comidas, especifican desde Cáritas Toledo.