El consejero de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Escudero, ha desvelado que tras un estudio realizado y que constata que el águila imperial ibérica y el águila real se han implantado en la zona donde se había proyectado desde el año 2008, la puesta en marcha de un centro de tratamiento de residuos en Guadalajara supone enterrar y dar carpetazo a esta iniciativa.
A preguntas de los medios, Escudero ha aseverado que tras estos estudios que confirman la existencia de ejemplares de esta especie, los criterios de evaluación ambiental se tornan «claros y rotundos».
Se trata, ha recordado, de una especie «amenazada», por lo que la evaluación «no es viable» y la planta no se podrá ubicar en el territorio planteado, decisión que, ha indicado Escudero, ya se ha transmitido a la empresa promotora.
Escudero ha defendido que el Gobierno ha actuado en todo momento «con transparencia», al tiempo que ha querido acentuar que esta decisión está tomada «por parte de los técnicos y en cumplimiento de la ley».
Con todo, ha abundado en que el simple hecho de que esta especie esté en peligro de extinción es motivo suficiente para que decaiga el proyecto.
LAMENTA EL USO «PARTIDISTA»
Tras lamentar el «uso partidista» que a su juicio se ha empleado por parte del PP de Guadalajara y ayuntamientos colindantes, ha querido recordar que fue el 26 de marzo de 2018, con Gobierno de Antonio Román en el Ayuntamiento capitalino, cuando el promotor de la planta inició de nuevo la tramitación para la declaración de impacto ambiental.
En este contexto, la Consejería que dirige Escudero «solo puede aplicar la normativa» y estudiar el caso, ya que lo contrario sería «prevaricar».
Ante la fuerte oposición surgida en últimas fechas desde ayuntamientos cercanos como Yunquera, Málaga del Fresno o Fontanar, ha querido recordar que ninguno de estos consistorios presentó alegaciones en su día, razón para tachar de «uso partidista» la postura de estos municipios.
