Visitar el Belén de Miguel Ángel en el pueblo de Albares, al sur de la provincia de Guadalajara, se ha convertido en una tradición para muchas personas de la Alcarria Baja que cada Navidad se acercan a su domicilio a contemplarlo.
Miguel Ángel Sánchez Manzano ha conseguido numerosos premios, en distintas categorías, en el Concurso Provincial que cada año realiza la Asociación de Belenistas de Guadalajara. Hablamos con él para que nos cuente cosas sobre su belén y el arte belenista, una tradición religiosa y también cultural y turística con la que muchos castellanomanchegos nos sentimos identificados.
¿Cuándo empieza tu pasión por este arte?
Por tradición familiar. En mi familia siempre se ha montado un belén y, desde muy pequeño, recuerdo participar, junto a mis padres y hermanos, antes de que llegara la Navidad. Montábamos un belén sencillo de figuras de cacharrería y casas de corcho, que exponíamos en el portal de casa o en el hueco de la ventana del salón que daba a la calle, para que todos los vecinos pudieran verlo al pasar.
Con 13 años hice mi primer gran belén en la entrada de la casa de mis padres. Me atreví a hacer mis propias construcciones de cartón y usando materiales típicos de esta zona: piedra caliza, cortezas, musgo, tierra, etc. Con el paso de los años he aprendido y he ido incorporando técnicas más avanzadas de elaboración y montaje.
Hace pocos días he cumplido 40 años y puedo decir que vivo el belén con la misma ilusión que cuando ayudaba a mi padre.
¿Cómo es el belén que puede verse este año en Albares?
Mide 3 metros de largo por 1,5 metros de ancho. El tamaño es todos los años el mismo, porque todas las navidades lo monto en la entrada de la casa de mis padres en Albares.
Este año he querido recrear un belén hebreo, un pequeño pueblo amurallado con grandes portadas, sobre las rocosas montañas que le rodean.
Tiene unas 40 figuras de 12 cm aproximadamente, sin contar los numerosos animales que acompañan las escenas.
Hay materiales antiguos, es decir, materiales con los que hemos convivido toda la vida, como madera, escayola, corcho… Y también hay materiales nuevos que están ahí para que descubramos qué se puede hacer con ellos.
Desde aquí invito a todas las personas que visiten estos días la Alcarria Baja, que hagan una parada en Albares y vengan a ver mi belén. Yo creo que les va a gustar mucho.
A ti, ¿qué escena es la que más te gusta?
La escena que más me gusta es la Natividad. Intento que todos los años resalte sobre el resto del montaje, porque creo que es la escena más importante de cualquier belén.
Además hay varios rincones y escenas que me gustan especialmente, pero como detalles a destacar, me quedo con el barranco, con el pequeño riachuelo que fluye entre las montañas, además de las construcciones de las casas simulando ladrillos en las fachadas deterioradas.
¿Cuánto tiempo has tardado en realizarlo?
Dedico mucho tiempo a esta afición porque cada año el montaje es diferente. Este año he comenzado en abril. Tengo que decir que mi familia me ayuda mucho. Cada uno aporta su granito de arena. Mi padre, Pedro, con la vegetación, mi mujer, Rosa, con el arreglo de alguna figura desconchada, y mis hijos, Rocío y Aitor para colocar algún animalito. Yo creo que poder compartir gustos y costumbres entre los miembros de la familia es lo que permite que esta tradición pase de padres a hijos, y perdure.
Tus belenes, además de ser valorados cada año por tus vecinos, han recibido numerosos premios…
Sí, he ganado varios premios en el Concurso Provincial de Belenes, organizado por la Asociación de Belenistas de Guadalajara, tanto en la categoría de domicilios particulares como en la de premio especial. He conseguido terceros, segundos y un primer premio, además de algunos accésits.
Pero además del belén de Albares podemos ver un belén tuyo en Alcalá de Henares, cuéntanos cómo es esto…
Sí. La historia de este belén es muy curiosa. En 2005 me atreví a recrear la iglesia parroquial de Albares, sus edificios colindantes y la plaza con la antigua fuente que se hallaba en el centro. La idea gustó mucho, tuvo una enorme repercusión en el pueblo y al año siguiente lo amplié hasta los 15 metros cuadrados y se colocó en un lugar más amplio y visible. Hace unos años volví a recrearlo consiguiendo mejorarle, incorporando técnicas más avanzadas, pero conserva el espíritu original, representar las escenas de un belén tradicional en lugares significativos de mi pueblo.
Ese belén ha ganado varios premios y actualmente puede verse en el Belén Monumental de Alcalá de Henares (Madrid), que puede visitarse en la antigua fábrica GAL a la entrada de Alcalá.
Aunque vengo todos los fines de semana a Albares, ahora vivo en Alcalá de Henares, y allí he podido dar continuidad a la tradición familiar de montar el belén. Formo parte de la Asociación Complutense de Belenistas, he recibido cursos allí, he aprendido nuevas técnicas y comparto mi afición con mis compañeros. Colaboro todo lo que puedo en la Asociación y estoy contento porque mis compañeros siempre reconocen mi trabajo y dedicación.
El Belén Monumental de Alcalá de Henares, de 250 metros cuadrados, se encuentra en la antigua fábrica de Gal, c/ Moldavia, 2. Se puede visitar hasta el próximo 6 de enero de 12:00 a 14:00 y de 17.30 a 20.30 horas. Los días 24, 31 y 5 de enero abrirá en horario de 12:00 a 14:00 horas, y los días 25 de diciembre, 1 y 6 de enero, de 17:30 a 20:30 horas.
Desde aquí os animamos a conocer los belenes de Miguel Ángel, tanto el que se expone en Alcalá como el de su casa en Albares. Esta es una hermosa forma de animar la Navidad al tiempo que contribuimos a mantener y fomentar la tradición belenista en nuestra región.