El Centro Cultural San Sebastián de La Roda acoge desde el pasado día 16 de noviembre, la exposición ‘40 años sin la h’ que con motivo del 40 aniversario en 2019 de la muerte del filólogo rodense Tomás Navarro Tomás (La Roda, Albacete, 2 de abril de 1884 – Northampton, Massachusetts, EE.UU., 16 de septiembre de 1979) ha organizado el Instituto de Estudios Albacetenses con la colaboración del Ayuntamiento de La Roda.
Hasta el próximo 3 de diciembre se podrá visitar esta exposición comisariada por Emilia Cortés, miembro del Instituto de Estudios Albacetenses y doctora en Filología Española, quien ofreció la conferencia “Tomás Navarro Tomás, entre dos continentes” en la jornada inaugural de esta muestra.
Una exposición del IEA que nos habla de la relevante y crucial aportación que este ilustre rodense realizó a la filología española y de cómo su labor y dedicación a la investigación le llevó a ocupar el sillón h minúscula de la RAE desde 1935 hasta 1979. Autor del Atlas lingüístico de la península Ibérica (ALPI), fue oficial del Archivo Histórico Nacional, miembro del Centro de Estudios Históricos y responsable de dirigir su laboratorio de fonética.
Estuvo al frente del Atlas lingüístico de la península Ibérica (ALPI), y fue Menéndez Pidal quien confió la dirección del ALPI a TNT, dando lugar a 525 encuestas en pequeños pueblos para atesorar auténticas reliquias dialectales, realizándose el 90% de las encuestas entre 1931 y 1936 (preguerra) y el 10% restante en los años cincuenta. El resultado de este trabajo se reflejó en diversos mapas (ALPI, 1962), primer y único volumen de los diez proyectados; ya que con la guerra civil española el trabajo del ALPI se vio interrumpido.
TNT instruyó en fonética a tres equipos, dividiendo a España en tres zonas de trabajo: castellana, catalanovalenciana y gallegoportuguesa. Un trabajo que se ve interrumpido por la guerra civil, marchando al exilio junto a otros nombres célebres como Antonio Machado, en cuya compañía cruzó la frontera hacia Francia. En ese momento, como también hiciera con las obras del Prado y Biblioteca Nacional durante los bombardeos sobre Madrid, quiso proteger el ALPI sacándolo fuera de España, después regresaría a este país la documentación que pasa al CSIC, publicándose anónimamente el primer y único volumen en 1962.
Con esta muestra se inician una serie de actos conmemorativos que se desarrollarán hasta finales de 2019.