El concejal de Educación, José González, y la decana del Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla-La Mancha (COP-CLM), María Dolores Gómez, han informado sobre el contenido y objetivos del VII convenio entre el Ayuntamiento de Albacete y el COP-CLM, que “tiene por objetivo ofrecer tanto a padres como a jóvenes una herramienta adecuada para reconducir conductas asociadas al consumo de alcohol o el abuso en la utilización del móvil y las nuevas tecnologías hacia otras alternativas que permitan llevar a cabo actividades más saludables”, tal y como ha explicado José González.
Asimismo, el concejal de Educación ha recordado que esta iniciativa surgió ante la necesidad de “informar y prevenir sobre estas conductas, mediante una intervención psicológica de expertos, dirigida a ofrecer estrategias alternativas a este tipo de consumo”.
El convenio contempla, tal y como ha precisado José González: concienciar acerca de las desventajas y situaciones de riesgo que implica el consumo de alcohol; reducir la permisividad social y familiar que existe en torno a este consumo; mejorar y ampliar la información que existe en torno al consumo de alcohol y el uso de nuevas tecnologías; aumentar la percepción de riesgo en torno al consumo de alcohol; incrementar el número de estrategias alternativas para afrontar su abordaje; motivar para el cambio de higiene y comportamientos relacionados con el consumo y mejorar las habilidades comunicativas.
Para la consecución de estos objetivos se repartirán guías informativas; se difundirá información en centros educativos y en la página web y redes sociales, tanto del Ayuntamiento como del Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla-La Mancha; y se contempla un servicio de atención telefónica, al que
podrán recurrir los jóvenes durante los próximos nueve meses, en horario de 9.30 a 13.30 los lunes y viernes y, de 16.00 a 20.00 horas, los miércoles
Por último, José González informó que en el marco de la anterior edición de esta línea de colaboración se recibieron 315 llamadas, de las que en 82 se solicitaba ayuda directa; 150 las realizaron familiares de los jóvenes; 83 procedían de entidades públicas, como institutos de Educación Secundaria, o Asociaciones; y 32 de estas llamadas se derivaron a otros servicios como la Unidad de Conductas Adictivas o el Proyecto Hombre de Albacete.