La brecha de género en los salarios cada vez se afianza más, pero la brecha de género en las pensiones no sólo es interminable sino que se precipita en las pensiones mínimas que deben ser complementadas por el Estado. En nuestra región esa brecha en las pensiones mínimas supone que se deben complementar en un 43% más las de mujeres que las de los hombres para alcanzar el mínimo.
Estamos hablando de una pensión en torno a 370 €, una miseria que no permite una vida digna y que se une a la precariedad que muchas de nuestras mayores enfrentan cuando termina su vida laboral, y que se agrava cuando en ocasiones tienen que ayudar a sus hijas y nietos en cuestiones como el material escolar o el suministro eléctrico.
Si las mujeres tenemos trabajos más precarios, si las mujeres tenemos que reducir nuestra jornada para conciliar, si las mujeres entramos y salimos al mercado laboral de forma intermitente para atender a nuestros hijos e hijas y dependientes nuestras pensiones acaban siendo una ridiculez.
Después de una vida de trabajo y de supervivencia llegamos a la jubilación con un total desamparo y rodeadas de carencias que no sólo van a afectar a nuestra vida diaria sino también a nuestra salud.
Para solucionar la miseria a la que muchas nos abocamos al final de nuestra vida laboral no es suficiente con escribir leyes y publicitarlas en el diario oficial, hay que dotar esas leyes y hay que implicarse para poner la vida en el centro.
Sólo si tenemos voluntad para reforzar el sistema público de pensiones podremos garantizar una pensión digna a miles de mujeres de nuestra región que apenas han cotizado, muchas trabajaban en explotaciones o negocios cuyo titular era su marido, otras han trabajado sin estar en el sistema de la seguridad social y otras muchas jamás han recibido una remuneración.
Sólo con la actualización de las pensiones al menos en el porcentaje que indique el IPC, y aumentando las pensiones mínimas hasta alcanzar el SMI podremos decir que transitamos hacia la igualdad entre hombres y mujeres también en el terreno de las pensiones.