Unas setenta ovejas, algunas de ellas a punto de parir, han aparecido muertas en la localidad de Millana (Guadalajara) por envenenamiento, unos hechos que el ganadero afectado, Abdeljalil Maatouf, sospecha de un vecino y lo atribuye a posibles «envidias», de ahà que haya denunciado los hechos ante la Guardia Civil.
La alcaldesa del municipio, Marisol Lope, está tremendamente afectada también; «es un disgusto tremendo que pasen estas cosas en pueblos pequeños como este», donde ahora viven unas cincuenta personas.
Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG), Antonio Zahonero, se ha puesto en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara, donde ha manifestado su preocupación por estos hechos y por el clima de tensión que existe en la localidad debido a otros incidentes similares, ha señalado en nota de prensa.
El ganadero vio el sábado como sus ovejas empezaban a caer al suelo tras ingerir algo debajo de unas encinas, en la parcela en la que se encontraban pastando.
Al parecer, a espera de lo que desvele la investigación, alguien habÃa enterrado montones de urea debajo de paja fresca, un compuesto que resulta «muy atrayente al gusto» para las ovejas y que «es letal», causándoles la muerte en cuestión de minutos debido a un fallo multiorgánico según APAG.
Este joven ganadero, recientemente incorporado en una explotación agraria de titularidad compartida, ya ha presentado denuncia ante la Guardia Civil por estos hechos y espera que haya un juicio pronto.
Los veterinarios de APAG acudieron el sábado a ayudar a este ganadero socio y miembro de la ADSG que gestiona la Asociación (Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera).
APAG considera injustificables estos hechos y pide a las fuerzas de seguridad que esta actuación no quede impune, teniendo en cuenta, además del daño moral, la importante pérdida económica que supone para un joven ganadero.