Un total de once personas se encuentran encerradas en la primera planta de las minas de Almadén desde el 30 de junio, con el objetivo de dar visibilidad a la comarca de Almadén y reivindicar acciones urgentes para la misma.
El encierro surge como una iniciativa que intenta rescatar el espíritu de los encierros mineros del 79 y del 84, solo que en esta ocasión tiene dos vertientes, una cinematográfica que pretende documentar el encierro bajo la forma de documental cinematográfico y otra parte reivindicativa, según han informado los organizadores en una nota de prensa.
De la misma forma que en aquellos encierros se reivindicaban mejoras laborales y salariales para los mineros, en este encierro se reivindican necesidades perentorias para la comarca de Almadén utilizando la mina para darle mayor simbología.
Con el objetivo de que las reivindicaciones sean realistas y coordinadas, durante los primeros días del encierro se van a reunir un conjunto de expertos de la comarca de Almadén en torno a una mesa en el fondo de la mina, donde están los encerrados. En las reuniones se analizarán las carencias de la comarca en el tema que se trate, proponiendo acciones realistas para mejorarlas.
Una vez terminadas las reuniones de cada una de las mesas, se redactará un resumen de las reivindicaciones que se hayan fijado y se intentará hacerlas llegar a las autoridades pertinentes y darles la mayor difusión posible.
Cuando se hayan celebrado todas las mesas, se realizará una hoja de ruta para toda la comarca, priorizando todas las reivindicaciones de todas las mesas.
Paralelamente, la iniciativa popular de la comarca organiza acciones de apoyo y divulgación, entre otras la concentración diaria en la boca del Pozo de San Teodoro de 19.30 a 21.00 horas para manifestar su apoyo a los encerrados.
En total son 11 personas de la comarca -que no son mineros- que, de forma desinteresada, están recreando el encierro de hace 35 años, además de para el proyecto cinematográfico para dar visibilidad a la problemática de la comarca y reclamar soluciones.
En el encierro están viviendo en unas condiciones muy similares a las de los encierros originales y están subsistiendo gracias a la colaboración de los vecinos de la comarca que, con sus aportaciones, hacen posible esta experiencia.