La nueva delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles Martínez, ha prometido este jueves el cargo y, durante su discurso, se ha comprometido entre otros asuntos a traer a la provincia «el progreso que tanto necesita».
La delegada, que ha estado arropada por el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro; el alcalde de la capital, Darío Dolz; y el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, ha desgranado los principales retos que tendrá que afrontar durante los próximos cuatro años en la provincia.
Así, Martínez ha indicado que hoy es el inicio «de una nueva etapa», en la que ha asegurado «trabajará duro» para que, entre otras, se consigan «mejoras» en materia sanitaria.
«Cuenca podrá presumir de tener un gran hospital que dará servicio durante al menos los próximos 50 años, y que estará dotado de los últimos avances tecnológicos y contará con prestaciones de última generación», ha declarado.
TRABAJO «SIN DESCANSO»
Del mismo modo, ha asegurado que en materia de Servicios Sociales trabajará «para que la provincia y la región cuenten con recursos suficientes para convertir a Castilla-la Mancha en una referencia a nivel nacional», y que, en materia educativa, trabajara para que las infraestructuras relativas sean «más y mejores».
Del mismo modo, ha asegurado que también trabajará «sin descanso» para intentar conseguir romper la brecha digital en la provincia de Cuenca, mejorar las carreteras de titularidad regional en el ámbito conquense y fomentar el turismo y el patrimonio «para conseguir que sean motores económicos para la provincia».
En materia económica, la delegada de la Junta en Cuenca también ha asegurado que prestará apoyo constante tanto a agricultores como ganaderos, «que son la base de la economía de la provincia», y que intentará «poner freno» a la sangría de la despoblación», que la ha calificado como uno de los «grandes retos».
«En esta legislatura le toca a Cuenca», ha enfatizado Martínez, quien ha avanzado que mantendrá una línea de trabajo «conjunta» con todos los agentes sociales y entidades locales de la provincia, «porque el único objetivo es buscar futuro a los ciudadanos, así como buscar sinergias que potencien la economía».
Por último, Martínez ha dicho que este «puede que no sea el mejor discurso de la historia, pero ha sido escrito desde el corazón, la honestidad y la sinceridad», que serán la «seña de identidad» de su trabajo al frente de la delegación de la Junta.
LEGISLATURA DE DIÁLOGO
El vicepresidente de Castilla-la Mancha, José Luis Martínez Guijarro, también ha intervenido durante este acto de toma de posesión, asegurando que ha sido «un placer» incorporar a María Ángeles Martínez al gobierno regional como máxima responsable del mismo en la provincia de Cuenca.
Del mismo modo, ha declarado que esta segunda legislatura presidida por Emiliano García-Page tendrá «un hilo conductor, que será el diálogo». A su juicio, hay «retos importantes» que no pueden acometer «solos», y de ahí que se vayan «a empeñar» en conseguir la colaboración de instituciones provinciales y locales.
«Tenemos la obligación de ofrecer sinergias para obtener beneficios de los fondos públicos que se gestionan en la comunidad autónoma, y eso se consigue desde la colaboración institucional, que es imprescindible en Cuenca, y tenemos que trabajar todos y todas en la misma dirección», ha indicado Martínez Guijarro.
DELEGADOS DEL COMISIONADO FRENTE AL RETO DEMOGRÁFICO EN LAS CINCO PROVINCIAS
Ha indicado que la nueva estructura del Gobierno regional «no es baladí», haciendo especial hincapié en la creación del Comisionado Frente al Reto Demográfico que dependerá de Presidencia. Sobre este, ha asegurado que desde la Junta tienen que ser capaces de «llegar a un pacto regional con todos los agentes y formaciones políticas para luchar contra la despoblación todos juntos porque hay territorio que no pueden esperar».
Por eso, Martínez Guijarro ha anunciado que este comisionado tendrá un delegado en cada provincia, que estará «en permanente contacto» con los alcaldes y alcaldesas de los pueblos más pequeños, con el objetivo de que ese delegado «sea el incordio del resto de los delegados provinciales para la generación de actividad y la llegada de servicios a las zonas más afectadas por la despoblación».
El vicepresidente regional también ha hecho referencia a la «discriminación positiva» en materia fiscal que tendrá lugar hacia las empresas que se han instalado en esos territorios despoblados. «Hay que utilizar la política fiscal como una herramienta para poner solución a los problemas de las comarcas, y desde el gobierno va a utilizar la capacidad fiscal para generar un sistema específico para las zonas con despoblamiento».
Con todo, Martínez Guijarro ha calificado la despoblación como «el problema estructural más grave», indicando que hay que ponerle solución, y entre otras cuestiones relativas a la materia, también espera que se apruebe una ley regional contra este fenómeno «que sitúe a Castilla-la Mancha como referente a nivel nacional».
«Ojalá todas las leyes de la región se aprueben por mayoría absoluta, porque las que salen por unanimidad son las que cambian las políticas a corto y medio plazo que es lo que queremos impulsar para los próximos años en Castilla-la Mancha», ha deseado Martínez Guijarro.