El Seprona ha inspeccionado en Ciudad Real una nave dedicada al procesado de patas de pollo para consumo humano y a la exportación a países asiáticos. Se inmovilizaron 30 toneladas del citado producto, que carecían de registro sanitario y las respectivas autorizaciones administrativas autonómicas y municipales. Se procedió a la detención/investigación de un implicado por un delito contra la salud pública.
Esta actuación se enmarca en una operación nacional que ha permitido a la Guardia Civil intervenir 300 toneladas de alimentos y más de 39.000 de litros de bebidas potencialmente perjudiciales para la salud, en una operación dirigida contra el fraude alimentario, este año se ha centrado en productos de uso diario como carne, pescado, huevos, aceite y especias, etiquetados como ecológicos.
De igual modo, en Madrid, el Seprona detectó dos partidas de huevos procedentes de Cuenca y Cáceres, que habían sido comercializados como ecológicos, pero eran de categoría inferior y no cumplían con las especificaciones que marca la normativa vigente. Se intervinieron un total de 45.360 huevos y seis personas fueron detenidas e investigadas por los supuestos delitos de falsificación de documentos, estafa y relativos al mercado y los consumidores.
En el marco de la Operación Opson VIII, se han realizado más de 2.500 controles e inspecciones en tiendas, mercados, aeropuertos, puertos marítimos y polígonos industriales, en los que se han detectado más de 1.500 infracciones administrativas y 13 infracciones penales, con 35 personas detenidas y investigadas.
En los márgenes de esta operación policial en Granada, han sido detenidas tres personas como supuestos autores de delitos de estafa, falsedad documental y otro crimen relativo al mercado y a los consumidores. Según la investigación, habrían vendido cerca de 500 toneladas de hortalizas como ecológicas, mientras que sus proveedores no se encontraban certificados.
En Alicante, a raíz de un caso recibido dentro de la Red Europea de Fraude Alimentario por irregularidades en la venta de azafrán, la Guardia Civil detectó un laboratorio clandestino, e investigó a dos personas por fraude alimentario y contra la salud pública. Se ha incautado de 87 kilos de azafrán valorado en un precio aproximado de entre 696.000 y 870.000 euros.