La Sección de Guardia Civil de Tráfico de Madrid, en el marco de la ‘Operación Olivum’, ha desmantelado una organización criminal muy especializada en el robo de cientos de vehículos y posterior despiece y venta de piezas por encargo a talleres, desguaces y chatarrerías de toda España.
En una rueda de prensa, el jefe del sector del Tráfico, el teniente coronel Benito Monzón, ha explicado que la investigación se inició el pasado mes de mayo, cuando los agentes madrileños detectaron un aumento significativo de robos de vehículos, desguace y distribución de sus piezas, a través de talleres, compraventas, y centros autorizados del sector del automóvil.
Por eso, pusieron en marcha dispositivos y averiguaron que la banda robaba coches todos los días en horario nocturno, salvo los fines de semana, y que solían elegir población del extrarradio madrileño, aunque también se les atribuyen robos en las provincias de Toledo y Ávila.
Los vehículos sustraídos eran estacionados en la vía pública para ‘enfriarlos’ durante varias horas y poco después procedían a su despiece, que era muy rápido, y posterior distribución a través de unas empresas de mensajería a talleres, compraventas, y centros autorizados del sector del automóvil, dando así, salida «legal» al material ilícito.
Gracias a las investigaciones efectuadas, los guardias civiles identificaron al presunto cabecilla del grupo, conocido como ‘El gitano’, y así descubrieron la estructura piramidal que ostentaba la organización criminal ya desmantelada. Este individuo era el que tras recibir los encargos de las piezas ordenaba los robos de los automóviles, contando con un estrecho colaborador que era el encargado de buscar al resto de compinches necesarios.
En la siguiente fase, los agentes lograron localizar la infraestructura utilizada por la organización, encontrando nueve naves situadas en fincas donde contaban con toda la equitación necesaria para el desguace de los coches.
Para completar toda la operación este grupo contaban con la colaboración de dos gestorías (una pirata y otra legal, pero las dos consciente de lo que hacían) que se encargaban de la falsificación de los documentos, llegando incluso a falsificar las fichas técnicas y los permisos de circulación de los automóviles.
TALLERES, DESGACES Y CENTROS RECEPTORES DE PIEZAS ROBADAS
Dentro de la estructura de la organización, el grupo contaba con expertos en el robo de vehículos, quienes recibían órdenes todos los días para perpetrarlos, colombianos técnicos en mecánica y electrónica que recepcionaban los coches en las naves y los desmontaban, manipulando los cuentakilómetros, troquelando bastidores; contando en el último escalón con las gestorías para la falsificación de los documentos y con personal que buscaba empresas de transporte rápido, teniendo también contacto tres empresas de chatarrería y destrucción de residuos para deshacerse de las piezas sobrantes
Una vez constatada toda la organización, los agentes procedieron, con la oportuna autorización judicial a realizar 32 registros en las naves, talleres y desguaces de las provincias de Madrid, Toledo, Zaragoza, Lérida y Barcelona, y también en la Comunidad Valenciana, donde se han recuperado una inmensa cantidad de piezas pertenecientes a más de 650 automóviles, además de material electrónico muy sofisticado, utilizado para cometer los hechos delictivos. Han sido localizadas piezas de coches robados por esta banda en Andorra, Francia, Alemania, Suiza, Suecia y Dinamarca. Encontraron también 32 vehículos no desaguazados y ya saben a quien pertenecen otros 150. Ahora procede un laborioso trabajo para recomponer todos los robos.
Los detenidos son 20 hombres y 2 mujeres, de nacionalidades sobre todo española, pero también hay polacos, argentinos, rumanos y colombianos, entre otros, con edades comprendidas entre los 24 y los 70 años, todos ellos con múltiples antecedentes. El cabecilla es un ciudadano español delincuente habitual y con muchos antecedentes por delitos contra la propiedad, y alguno por drogas.
Por estos hechos se les imputa delito de pertenencia a organización criminal, robo continuado de vehículos, falsedad documental, estafa, y receptación. Entre los arrestados están los dueños de los talleres (el clientes finales no sabían que eran piezas robadas), de chatarrerías y de las gestorías. La Guardia Civil cree que la banda estaba operativa desde el año 2014 y no estaba conectada con organizaciones de aluniceros, ha apuntado el teniente coronel.
La investigación, que terminó en febrero, continúa abierta, centrándose en la actualidad en el estudio patrimonial de las personas detenidas, y del estudio de las piezas intervenidas, que hasta la fecha afectan a más de 150 vehículos sustraídos, por lo que se espera esclarecer una importante cantidad de coches robados. Tenían extraordinarias medidas de seguridad, como inhibidores de frecuencia y GPS.
El jefe de la zona de la Guardia Civil de Madrid, el general Berrocal, ha afirmado que la desarticulación de esta organización criminal «es otro ejemplo más de la capacidad de la Guardia Civil para operaciones largas y complejas en muchos campos». «Una de las formas más importantes de trabajar en prevención de delincuencia es la investigación porque con la detención de este individuos hemos conseguido evitar durante un determinado tiempo más delitos», ha añadido.