“El género, como tal, es más que masculino y femenino, es una construcción social”, indicaba la experta en Igualdad de Género y Políticas Públicas e integrante de la Junta Directiva APAIOCLM (Asociación Profesional de Igualdad de Oportunidades de Castilla -La Mancha), María Ángeles Morallón, en la charla denominada “La igualdad busca tus oportunidades”, ofrecida este miércoles en la Casa de Medrano, dentro del programa elaborado por el Centro de la Mujer de Argamasilla de Alba para el mes de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
La igualdad, el empleo y la independencia económica o el poder aportar a la caja común de la familia, llevan al empoderamiento de la mujer, que se ha visto y se ve infravalorada porque no trabaja fuera, “por no traer dinero a la casa”, afirmó la teniente de alcalde, Noelia Serrano.
Un encuentro donde se habló de igualdad, pero sobre todo de reconocer en la mujer y de ésta asuma sus imprescindibles aportaciones a la sociedad, aseveró Serrano.
Morallón destacaba que es necesario que las propias mujeres “pongamos en valor el trabajo que se hace en el hogar, yo estoy dando educación, valores y tiempo a los hijos, y eso lo debemos reivindicar las mujeres”, que son las que asumen el peso de la integración del trabajo y la familia, “lo que las hace necesariamente personas más completas”.
El “techo de cristal”, que depende más de las instituciones y de la sociedad en general, se empieza a resquebrajar, mientras que el “suelo pegajoso”, más relacionado con el ámbito privado, ata a la mujer a los roles y demandas familiares, dificultando su acceso al mercado laboral, y es en la esfera privada “donde nos lo tenemos que trabajar nosotras”, afirmó la ponente; que además subrayó la falta de conciliación y corresponsabilidad: “Los referentes femeninos nos marcan mucho y debemos analizar si lo que hacemos es deseo nuestro o estamos influenciadas”.
Para avanzar en una sociedad igualitaria, Morallón señalaba la necesidad de aprender a mirar con “las gafas de género”, para tomar conciencia y analizar la realidad, cuestionar los mandatos, identificar las desigualdades, visibilizar lo invisible, a las mujeres en la sociedad, sus talentos, sus aportaciones…; respetar la diversidad social y sexual, así como generar acciones de cambio para re-aprender lo aprendido.
Así mismo, se puso de manifiesto la necesidad de una mayor sororidad, “que no es otra cosa que creer en nosotras mismas y en las demás”, en un apoyo recíproco entre mujeres, es tender la mano desde arriba para ayudar a las demás a subir.