El presidente de la Asociación de Productores de Esparrago Verde de Guadalajara, Jaime Urbina, ha lamentado que el cultivo del espárrago haya dejado de tener la alta rentabilidad que tenía años atrás ante el fuerte incremento de hectáreas en los últimos años y a la mano de obra que requiere, lo que ha conseguido que haya «saturación» en el mercado.
Hace aproximadamente un año que se creó esta asociación provincial con el fin de defender los intereses de un sector en auge pero, según Urbina, para dedicarte actualmente a este cultivo se ha estar muy seguro porque la preparación del campo también requiere un proceso lento en el que hay que saber esperar.
Urbina prevé una campaña «de cantidad buena y calidad normal» este año, pero peor en precios debido al número creciente de hectáreas de este cultivo, no solo en la provincia sino en casi toda España.
El espárrago precisa de «muchísima mano de obra», razón por la cual, si los precios están bajos, deja de ser rentable. Además, se trata de un producto que se recoge «uno a uno», ha añadido Urbina.
MANO DE OBRA INMIGRANTE
Y es que, además, encontrar mano de obra sigue siendo complejo; mayoritariamente la recogida emplea a población inmigrante, y en su mayoría en el entorno de Torre del Burgo (Guadalajara), donde más del 80 por ciento de la población es de fuera.
Urbina se ha quejado de las excesivas inspecciones de trabajo que realizan en un cultivo estacional y temporal, sobre todo teniendo en cuenta las que se hacen en otros sectores que están en actividad todo el año, lo cual «desmotiva», ha dicho.
El presidente de esta Asociación ha afirmado que donde está comenzando a ser muy apreciado el espárrago verde de Guadalajara «por su calidad» es en otros países de Europa, pero ha admitido que, por muy bueno que sea, al bajar el precio del mercado muchas veces no se puede competir.
Por ello, para el presidente de esta asociación sería fundamental que la Administración no les pusiera «palos en las ruedas» y que se ofreciera una mayor información al consumidor sobre lo que reporta consumir productos de la tierra, algo de lo que hay una mayor concienciación en el resto de Europa, donde «lo tienen más asumido».
Por último, se ha mostrado crítico con los grandes supermercados que pese a tener el producto de la tierra y de calidad, optan por traerlos de fuera, ha puntualizado.