Castilla-La Mancha ha cogido posiciones en el ámbito del enoturismo durante los últimos 15 años, pocos años menos que los que cumple este año la Feria Nacional del Vino (Fenavin) que va ya por la mayoría de edad y celebra el próximo mes de mayo su décima edición.
Una cita que es vista por parte del sector como una oportunidad para promocionar este tipo de turismo, que está ganando en auge y adeptos en la región y en el país.
Para Melchor es fundamental «no perder esta oportunidad» porque se trata de La Mancha, la mayor productora de vino y posee dos cosas fundamentales «que no sería muy inteligente no utilizar» como son el embajador «por excelencia» que es El Quijote y un «gran patrimonio que mostrar».
Esto, «maridado con vino», está dando como resultado unas rutas «magníficas para poder utilizarlas como desarrollo económico de cada territorio».
En términos similares se ha expresado el comunicador experto en vino y director de Wine Up Consulting, Joaquín Parra, que considera que este fenómeno turístico «aún están en fase embrionaria» en la región ya que aún son bastantes las bodegas que lo ven como un mero complemento al negocio del vino y no como un negocio en sí, para lo cual es necesaria una infraestructura y un equipo humano que permita hacer una buena gestión de esta actividad que irá en ayuda «al recuerdo de la marca».
Una fase, en la que el experto ha considerado que se está «fallando a nivel general», aunque ha matizado que hay bastantes bodegas en las que sí se está haciendo muy buen trabajo.
MEJOR REGIÓN PARA EL ENOTURISMO
Joaquín Parra considera que es necesario que cale en las bodegas que Castilla-La Mancha la idea de ser «la mejor región para el enoturismo» por su ubicación geográfica –próxima a grandes núcleos de población– que pone en su entorno cerca del 42% de la población española con 14 provincias limítrofes, y por la riqueza natural, histórica y arqueológica que posee.
Aumentar la oferta «con un paquete más completo con más y mejores servicios en cuanto a hostelería y alojamiento» y acrecentar la factura del vino o el «gasto medio del turista», son las dos cuestiones «más importantes» en las que hay que trabajar, en palabras de este experto. Aún así, ha asegurado, que la posición de la región respecto al resto de España «es buena».
EL VINO, «HA VENIDO PARA QUEDARSE»
Y es que el turismo enológico «ha venido para quedarse» ha afirmado, por su parte, la presidenta de ACEVIN. Según Melchor, la evolución de este turismo ha tenido en los últimos quince años una «evolución muy favorable», ha crecido «de manera constante» y es que en este tiempo se ha logrado «consolidar el estilo y la calidad, hasta el punto que le resulte atractivo al consumidor de este tipo de turismo», que por otro lado es de lo más variopinto.
Un detalle a resaltar por la presidenta de Acevin es que no hace falta ser un experto para asomarse este turismo, porque «al final, con el vino como hilo conductor, lo que se logra es acercar al visitante al territorio, probar su gastronomía, conocer su historia y disfrutar del patrimonio urbano como natural», ha añadido.
Un enoturismo que se encuentra en plena adolescencia, si se habla en términos humanos, «con las posibilidades de futuro que ello conlleva» y es que para Melchor «se está creciendo en una edad magnifica en la que aún caben muchos recursos».
UN PASO DE GIGANTE CON TRES NUEVAS RUTAS
Unos recursos que en lo que a Castilla-La Mancha se refiere «se ha dado un paso de gigante en la última legislatura», ha explicado la presidenta de Acevin, con la recuperación de la Ruta del Vino de La Mancha, que perdió su certificación en 2013 y hace pocos meses la volvió a recuperar y la creación de otras dos, Valdepeñas y Manchuela, que están a punto de ser una realidad.
Algo que ha podido ser posible gracias a la «implicación real» de la Junta de Comunidades, ya que «no se trata solo de un apoyo verbal, sino de que hay financiación», y la inclusión y el compromiso en todas las rutas creadas en Acevin de las DO, que son y han sido las hacedoras de que el vino de la región «esté empezando a temer cada vez más prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras», por lo que Melchor considera que «no se puede hablar de turismo enológico sin contar con ellas».
Tres rutas que estarán presentes en un estand en la próxima edición de Fenavin, que se celebra en mayo, como ya lo estuvieron en Fitur el pasado enero.
Y es que para la presidenta de Acevin esta feria tiene mucha importancia, ya que es «un escaparate excepcional» y una «gran oportunidad para dar a conocer la rutas y por ende el enoturismo».