Vestigio del pasado y de la próspera industria alcoholera de finales del XIX y de principios del siglo XX, el torreón de la antigua bodega Larios vuelve a lucir con esplendor. Ya ha culminado la rehabilitación llevada a cabo por el Ayuntamiento de Manzanares. Estas instalaciones, inauguradas este viernes por el alcalde, Julián Nieva, albergarán las oficinas del Servicio Técnico Municipal.
La rehabilitación del torreón de Larios, según un proyecto del Servicio Técnico diseñado por Mario de la Fuente, ha supuesto una inversión municipal que ronda los 300.000 euros. En su interior se han construido cinco plantas que albergarán las oficinas del propio Servicio Técnico Municipal y de la concejalía de Urbanismo, Patrimonio, Servicios, Embellecimiento de la Ciudad, Medio Ambiente, Proximidad y Agricultura.
Ante profesionales de estos servicios, arquitectos y empresas constructoras de la localidad, el alcalde de Manzanares ha inaugurado estas nuevas dependencias municipales. Tras el descubrimiento de una placa conmemorativa de la rehabilitación de este “vestigio de la industria alcoholera”, la comitiva de autoridades e invitados ha recorrido sus cinco plantas.
En la planta baja se encuentra la recepción y administración. A las siguientes plantas se accede por ascensor o por una escalera que aprovecha la luminosidad de sus llamativos y enormes ventanales. La primera planta alberga el Servicio de Obras, la segunda el de Medio Ambiente y Actividades, la tercera tiene los aseos y sala de reuniones, y en la cuarta se encuentran las dependencias de la concejalía y la jefatura del Servicio Técnico. Cada planta tiene una superficie de unos 70 metros cuadrados y todos los servicios disponen de indicativos, incluidos pictogramas.
Al pie de la torre, en el acto inaugural y junto a representantes de diferentes grupos políticos de la corporación municipal, el alcalde de Manzanares ha dicho que esta rehabilitación forma parte del proyecto de recuperación de la ciudad que ha llevado a cabo el Equipo de Gobierno desde el primer día de mandato “sin levantar el pie del acelerador” y contando, dentro de las posibilidades, con empresas de la ciudad en la no siempre sencilla tarea de restaurar edificios emblemáticos.
La rehabilitación del torreón fue adjudicada a la empresa manzanareña Construcciones Alfaman. Su responsable, Alfonso Contreras, ha reconocido la complejidad de la obra y expresado su satisfacción por el resultado logrado y por demostrar la capacidad de las empresas de la zona.
Además de recuperar un edificio emblemático que forma parte del patrimonio manzanareño, esta rehabilitación permitirá “descomprimir y diversificar” los servicios que se prestan en el edificio de la Casa Consistorial. Se pretende con ello dar más facilidades a la ciudadanía. Según el alcalde, las gestiones propias del Área que se hagan en el edificio del torreón no requerirán luego de más trámites o papeleos en el Ayuntamiento ni viceversa.
Julián Nieva ha resaltado el trabajo realizado en el actual mandato por el personal municipal del Servicio Técnico, “un ejemplo de esfuerzo, eficacia y gestión” ante el cúmulo de proyectos acometidos estos años. También ha agradecido “los millones de euros” invertidos en Manzanares en el presente mandato por la Diputación Provincial y por el Gobierno Regional, y ha anunciado que la recuperación del patrimonio continuará en los Silos, a medio plazo con su embellecimiento exterior y, a largo plazo con una actuación global, toda vez que ya se ha adecentado y mejorado la seguridad de esta parcela.
En representación del Gobierno de Castilla-La Mancha, el director provincial de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, con competencias en turismo, ha destacado este esfuerzo de recuperación del patrimonio que se lleva a cabo en Manzanares y que, hace unos días, le hizo acreedor al Ayuntamiento de un premio a la mejor iniciativa turística de la región. Para Agustín Espinosa, esa apuesta permite mejorar los servicios públicos y darle una segunda vida a edificios singulares. “Quienes visiten Manzanares ven que hay una preocupación por recuperar el patrimonio” ha destacado tras valorar la semipeatonalización del casco antiguo realizada con planes de empleo.
Entre los arquitectos manzanareños presentes en el acto inaugural, profesionales como Diego R. Gallego y Teodoro Sánchez-Migallón, que a lo largo de su trayectoria han destacado por su preocupación por el patrimonio, han valorado la recuperación del torreón de Larios y el resultado logrado con su rehabilitación.
Datos incontestables
En su discurso inaugural, Julián Nieva ha hecho mención a los “datos incontestables” que Manzanares arroja en materia de creación de empleo y de crecimiento empresarial. “Negarlo es una obscenidad y no ver la realidad”, ha afirmado ante quienes se encargan de elaborar proyectos y de tramitar licencias de actividad. Al respecto ha destacado los 15 proyectos de implantación de industrias que hay en el polígono, las 9 plantas fotovoltaicas que tendrán licencia a lo largo de este año y las otras 6 o 7 que también pueden llegar. Por ello, a la reducción del paro experimentada estos años, bajando de 2.100 a 1.400 desempleados, y al aumento de 1.200 afiliaciones a la Seguridad Social, el alcalde ha confiado en que Manzanares genere entre 250 y 300 puestos de trabajo estables más en el plazo de un año y medio.
Bodega “del Águila’
Junto a las aledañas chimeneas, el recuperado torreón de destilación de Larios es una muestra arquitectónica del pasado vinculado a la industria alcoholera. La historia de la “bodega del Águila”, así conocida por el escudo de la marca, se remonta al último cuarto del siglo XIX. La empresa Jiménez y Lamothe tenía instalaciones en Málaga y en Manzanares. Las manchegas eran las más grandes. Aquí se elaboraron inicialmente vinos y, posteriormente, aguardientes y destilados. En estas tierras buscaron viñedos que les permitieran producir aguardientes como los de la zona francesa de Cognac. Y para ello utilizaron calderas y alambiques procedentes de esa región gala. La bodega manzanareña producía 9 millones de litros de vino frente a los 3 millones de la bodega malagueña. Entre ambas alcanzaron un millón de litros de destilados y aguardiente.
Larios y Cía. adquirió en 1916 la empresa a Jiménez y Lamothe, y mantuvo como imagen el emblemático águila. En 1933 pasó a ser Larios, S.A., hasta que en 1998 fue adquirida por Pernod Ricard, con raíces históricas similares, dedicada primero a vinos y posteriormente a destilados y bebidas espirituosas.
Ante el descenso de producción, en la década de los 60 del pasado siglo, Larios cerró sus instalaciones en el casco urbano de Manzanares y mantuvo las de Málaga. Años después, en los 80, ante el incremento de ventas de ginebra, la empresa volvió a mirar hacia Manzanares por su abundancia de agua subterránea y construyó un nuevo centro de producción en la dehesa de Madara, donde produjo sus primeros destilados y embotellados en 1984. Éste es actualmente el centro de referencia de Pernod Ricard.