La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha suspendido este miércoles el juicio que estaba previsto celebrar contra el padre que habría violado hasta en cinco ocasiones a sus hijas menores de 16 años en Villarrubia de los Ojos para tratar de citar a la hija mayor y que testifique. Según la defensa del acusado, ésta se habría retractado de la mayor parte de la declaración.
La presidenta de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, María Jesús Alarcón, ha aceptado la suspensión temporal del juicio después de que no se haya podido localizar a la principal víctima, aunque también ha apercibido a la defensa por haber estado en comunicación con ella y no haber facilitado su ubicación para citarla.
La presidenta del tribunal ha indicado que tratarían de comunicarse con ella, bien para que la hija mayor venga a España bien para que declare por videoconferencia pero que, en caso de no ser posible, cuando vuelva a señalarse el juicio éste se celebrará con las pruebas preconstituidas en las que la entonces menor narró los hechos en sede judicial.
Según ha explicado a los medios de comunicación tras la suspensión de la vista oral el abogado de la defensa, Ramón Alén, la importancia de que comparezca la chica radica en que se habría desdicho de la acusación como ha intentado acreditar con unas cartas que le habría enviado la víctima pero que la Fiscalía ha pedido que se refuten «por no poder acreditarse que las haya escrito la menor ni en qué circunstancias lo ha hecho».
Sin embargo, Alén ha cargado las tintas contra la joven afirmando que la denuncia fue para «tratar de prevenir» un castigo que podría haberle impuesto su padre por, presuntamente, haberse casado con un joven rumano «con el que habría mantenido relaciones sexuales plenas» y «porque en esa época había compartido fotos desnuda en Facebook».
No obstante, y cuestionado por las pruebas recogidas por la Guardia Civil de algunas de las agresiones, el abogado de la defensa ha querido apuntar también hacia las condiciones de vida que tenía la familia en España para tratar de explicar algunas causas que llevaron a la situación de abusos que considera exagerada en el escrito de la Fiscalía.
«Vivían en una habitación los cuatro juntos, el matrimonio con las hijas de 14 y 15 años, en camas separadas solo por un listón de madera. Eso junto con las características étnicas, raza gitana rumana, que a la muy minoría de edad empiezan a tener relaciones plenas y es costumbre de ahí, puede tener una explicación sociológica y hay que saberlo», ha concluido el letrado de la defensa del hombre, que lleva en la prisión de Herrera de la Mancha desde su detención.
LOS HECHOS SEGÚN LA FISCALÍA
Por su parte, la fiscal Ana Isabel de Haro sigue manteniendo la petición de 70 años de cárcel para el procesado por abusar hasta en cinco ocasiones de sus hijas –menores ambas de 16 años– aunque ha cedido en que el presunto delito de maltrato de su esposa y madre de las niñas se derive al juzgado de lo Penal para no ralentizar el proceso.
Según el escrito de la Fiscalía que ya se hizo público, el hombre, de 47 años en el momento de cometer los hechos, entre enero y mayo de 2017 –en fecha indeterminada– aprovechó una madrugada que su mujer estaba en Rumanía para agredir sexualmente a las dos niñas, que entonces tenían 14 y 15 años, practicándoles tocamientos por todo el cuerpo y sexo oral, tras lo que las amenazó con matarlas si decían algo.
Posteriormente, a principios de abril de ese mismo año cuando la familia se mudó a otra vivienda de Villarrubia de los Ojos, hizo entrar a la niña e 15 años a su habitación, que cerró con pestillo, para volver a agredirla sexualmente con amenazas de que las iba a matar a ella, a su hermana o a su madre, y a continuación hizo lo mismo con su hija menor.
VIOLACIÓN EN EL CAMPOEl 27 de abril, día en que la niña de 15 años celebraba su cumpleaños y la madre de las niñas regresaba de Rumanía, el acusado dijo a la mayor –ante la otra hermana– que la iba a «hacer suya».
El 3 de mayo se la llevó a un paraje en el campo donde la violó y la obligó a practicarle sexo oral al menos hasta en 5 ocasiones a pesar de la resistencia de la niña, a la que golpeó en numerosas ocasiones y amenazó con cortar a su hermana y su madre «en cachitos».