En una heladora mañana, en la que el termómetro no llegó a subir de cero grados hasta pasadas las diez de la mañana, Melchor, Gaspar y Baltasar han aparecido, súbitamente, en el Atrio de la Catedral de Sigüenza. Seguro que atraídos por el 850 Aniversario desde su consagración, tuvieron tiempo para visitarla, quedando maravillados, este año también, por su estampa imponente.
Fieles a su costumbre, los Reyes Magos y su sequito real, han recorrido las residencias de mayores de la ciudad, empezando por la de San Mateo. Han repartido entre los mayores caramelos de todas las clases y colores, y también un regalo para ellas -una bonita pulsera- y otro para ellos -unas zapatillas-. Cuando los cogían, las caras de los abuelos reproducían la felicidad de cuando eran niños. Desde allí se trasladaron a la de Saturnino López Novoa, y a la de La Alameda, para, finalmente, visitar a Las Clarisas y a las Ursulinas. Los orientales tuvieron el detalle de felicitar a estas últimas por la reciente efeméride de los dos siglos de su llegada a Sigüenza. La madre Asunción les mostró el libro de fotos de todos los actos que ha habido este año pasado.
Y, de la misma manera que los Reyes Magos entregaban sus regalos, también recibieron un generoso tentempié y brindaron con sidra, champán y moscatel por la llegada del año nuevo y por la ilusión que hace darle a los demás un regalo en cada una de las Residencias que visitaron. Poco antes de las dos de la tarde, desparecían igual de misteriosamente, junto a sus pajes, que este año han sido Soro, de Costa de Marfil, y Javier y Felipe de la Torre. Les han acompañado los concejales del Ayuntamiento de Sigüenza, encabezados por su alcalde, José Manuel Latre.
Por la tarde, a las 17 horas y 50 minutos llegaban de nuevo a la ciudad, pero esta vez en el tren, procedentes de Baides, a la estación de Sigüenza. Decenas de niños y niñas los que acudieron a recibirlos y a presenciar como subían en la carroza que para ellos había preparado el Ayuntamiento y las AMPAS de los colegios. A diferencia del año pasado, y a pesar del frío que cayó a plomo sobre Sigüenza cuando se puso el sol, no hubo ni una sola nube en el cielo, por lo que el recorrido se pudo completar en su totalidad. Malabaristas y zancudos han acompañado a los Reyes Magos en su recorrido, que comenzaba en la calle Alfonso VI. Tampoco ha faltado este año la música de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de la Vera Cruz y del Santo Sepulcro de Sigüenza que, año tras año mejora y amplía su repertorio, como han demostrado hoy en una Cabalgata que hizo llover caramelos y confeti por las calles de Sigüenza.
En torno a 1.500 personas, según la estimación de Protección Civil, se daban cita en los márgenes de las calles para saludar el paso de la Cabalgata. Desde la calle Alfonso VI subió por la calle del Humilladero, saludando a los niños y mayores que se acercaban a verles, para llegar hasta el corazón de la ciudad por la calle del Cardenal Mendoza, donde se percibía el ambiente de compras en las tiendas. No en vano, la Asociación de Empresarios de Sigüenza ha reeditado la campaña de los Reyes Majos, además de otra, en colaboración con el Ayuntamiento que se llama ‘Yo Compro en Sigüenza’, ambas diseñadas para favorecer el comercio seguntino.
Una vez ocuparon sus tronos, los Reyes Magos repartieron más de quinientos regalos a los niños que se acercaron a conocerlos personalmente. A su lado tenían buzones para que los niños dejaran sus últimas peticiones. Después, y para combatir las bajas temperaturas de la tarde seguntina, que a las siete y media de la tarde superaban, ya por muy poquito, los cero grados, la Asociación de Empresarios y el Ayuntamiento de Sigüenza han invitado a los presentes a roscón y chocolate calentito.
Para que la Cabalgata transcurriera adecuadamente por las calles designadas, sin entorpecer el flujo de tráfico de la ciudad y en las condiciones de seguridad óptimas, han trabajado voluntarios de Protección Civil de Sigüenza, Policía Local y Guardia Civil. El alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, que también recibió personalmente a los orientales y les acompañó en su recorrido por la ciudad, agradecía el trabajo “de todas las personas que de una u otra manera reviven para los demás el milagro de la Navidad, y hoy, el de los Reyes Magos”. Esta tarde, los pajes que han acompañado a los Reyes han sido Juan Lizasoain, Antonio Loranca y, de nuevo, el costamarfileño Soro.
Después de saludar a todos los niños y niñas de la ciudad y de entregarles sus regalos, los Reyes Magos ayudaron igualmente a que llegaran los “Reyes Majos” a la ciudad. Esta iniciativa ha premiado las compras realizadas entre el 9 de diciembre pasado y hoy, día 5 de enero, ambos incluidos, en los establecimientos adheridos. Cada establecimiento ha sorteado un regalo entre las personas que hayan comprado en dicho establecimiento, pero además, se han sorteado tres premios, un cheque regalo-compra por importe de 1.000 euros, patrocinado por Font Vella, para hacer efectivo en los comercios adheridos que le ha correspondido a María José Garbajosa; un cheque regalo-compra por importe de 500 euros, que ha correspondido a Esther Bueno y una cena para dos personas en el Parador de Sigüenza (menú concertado con el establecimiento), que le ha correspondido a Isabel Sopeña.