El investigador de la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID) del Gobierno de Aragón en el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), centro mixto de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el toledano Fernando López Gallego, ha conseguido un proyecto ERC Consolidator del Consejo de Investigación Europeo (ERC, de sus siglas en inglés), financiado con 2 millones de euros para desarrollar una plataforma biotecnológica que permita la transición hacia la «bioeconomía».
El proyecto Metacell, que requerirá contratar hasta 10 investigadores altamente cualificados en áreas como la bioquímica, la biotecnología, la ciencia de materiales e ingeniería bioquímica y de bioprocesos, busca crear células artificiales que den lugar a la nueva generación de biofactorías capaces de sintetizar moléculas de alto valor añadido, como fármacos, cosméticos, aditivos alimentarios y polímeros, a partir de materias primas de origen renovable.
Con esta financiación, la Universidad de Zaragoza pasa de 10 a 11 proyectos de primer nivel en el ámbito de la investigación, con una financiación global de 18,4 millones de euros concedidos por el ERC, la mayor y más decidida apuesta de la Unión Europea por la investigación, creado hace ahora una década. En concreto, los 11 proyectos ERC obtenidos hasta el momento se distribuyen en tres categorías: Starting (4), Consolidator (3), Advanced (3) y un «Proof of Concept».
«Este nuevo logro refuerza a la Universidad de Zaragoza como institución de investigación de alta calidad. No hay que olvidar que el objetivo Consejo de Investigación Europeo es financiar ideas de frontera que podrían revolucionar la sociedad del futuro y su criterio principal es apoyar la investigación de excelencia. Por tanto, nos enorgullece este respaldo de Europa a un nuevo proyecto que permitirá atraer nuevos talentos a nuestra región y que nos sitúa en el grupo de las universidades españolas a la cabeza en captación de ERC», ha indicado el vicerrector de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Luis Miguel García Vinuesa.
Un marco normativo donde cobra importancia los consensos, pero también la apuesta presupuestaria llevada a cabo por el Gobierno de Aragón y donde ARAID es una «pieza fundamental». Alegría ha recordado que en 2015 el presupuesto de la agencia era de 900.000 euros y en 2018 es de 2,9 millones.
«Tras unos años complicados, en estos años hemos conseguido incorporar a ARAID 30 nuevos investigadores de ramas diferentes», ha explicado Alegría, «todo con el objetivo de atraer y retener talento».
Además, ha señalado que el balance en I+D+i del Gobierno incluye también el contrato programa de financiación para Institutos de Investigación, recientemente aprobado y que recoge 5*4 millones para tres años; y el plurianual de 9 millones de euros para grupos de investigación hasta 2019.
DESARROLLO SOSTENIBLE
Este proyecto trata de poner la biología al servicio de la tecnología química para contribuir a la necesaria transición económica que llevará desde un modelo basado en materias primas fósiles como el petróleo a una bioeconomía, capaz de generar desarrollo socio-económico sin dañar aún más la deteriorada salud medioambiental del planeta.
«Es un proceso basado en enzimas para mimetizar esa red de reacciones químicas que se producen a nivel celular en nuestro organismo», ha explicado el bioquímico Fernando López Gallego.
«De este modo se podría transformar cualquier residuo agroforestal que tenga aceites de desecho o materias primas, por ejemplo, todas estas plantas que se usan para la producción del biodiesel. En ese caso no lo transformaríamos en una molécula como combustible, sino en una molécula de química de alto valor añadido para hacer polímeros, fármacos o cosméticos».
«Esto significaría una revolución biotecnologíca del mundo rural que podría paliar los problemas de despoblación actuales, así como un cambio en la dinámica de los flujos migratorios», ha subrayado López Gallego.
«Si en los años 50 vivimos un éxodo de mano de obra poco cualificada hacia las ciudades, una revolución tecnológica, soportada por herramientas como las que propone METACELL, permitiría un flujo de profesionales altamente capacitados desde las ciudades al mundo rural donde se deberán implementar estas tecnologías para cimentar la nueva bioeconomía».
Además, el bioquímico manchego, que trabaja en el instituto mixto de investigación ISQCH de la Universidad de Zaragoza desde hace un año, ha destacado que «al contrario que las materias primas fósiles que están concentradas en puntos geográficos muy específicos, las materias primas renovables se encuentran distribuidas por todo el planeta, como resultado de la actividad agrícola que genera gran cantidad de desechos (incluso excedentes) agroforestales con gran potencial de revalorización».
Ha añadido: «estas materias primas no pueden ser procesadas en grandes instalaciones localizadas en pocos lugares, ya que su transporte sería muy costoso, por tanto deben ser transformadas en pequeñas biorefinerias distribuidas por todo el territorio, generando desarrollo tecnológico allá donde se generen estos desechos y excedentes agroforestales».
ESPAÑA LOGRA 31M€ EN ‘CONSOLIDATOR GRANTS’
España ha obtenido 31 millones de euros en las ayudas 2018 ‘Consolidator Grants’. España, con 16 ayudas, es el quinto mayor beneficiario de la Unión Europea por detrás de Reino Unido (55), Alemania (38), Francia (32) y Países Bajos (19), ha informado hoy en una nota de prensa el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Las «Consolidator Grants» son ayudas de hasta 2 millones de euros para investigadores con entre siete y doce años de experiencia postdoctoral, y en esta edición se reparten 573 millones de euros entre 291 investigadores europeos. De los proyectos españoles seleccionados, siete son del área de física e ingeniería, cinco de ciencias de la vida y cuatro de ciencias sociales humanidades.
Fernando López Gallego nace en Villaminaya, un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, y se forma en las universidades de Castilla-La Mancha y la autónoma de Madrid. Después de un largo periodo en los Estados Unidos como investigador de la Universidad de Minesota y tras su experiencia industrial en REPSOL, en 2017 empieza a formar parte de la Universidad de Zaragoza como investigador ARAID.