El vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José García Molina, ha respondido a las críticas de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para indicar que cuando se rescata a la banca con 60.000 millones a «algunos les parece bien», pero que cuando se trata de «cantidades ínfimas» para que la gente tenga una vida mejor «a algunos les parece mal».
«Todo el mundo puede sacar conclusiones muy claras de eso», ha indicado el también secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha a preguntas de los medios en la inauguración del I Encuentro Internacional de Participación Ciudadana.
De otra parte, preguntado por la crispación vivida este miércoles en el Congreso de los Diputados, García Molina ha señalado que se están presenciando comportamientos más propios de «prácticas hooligan» que de representación de la ciudadanía.
«Cuando la gente de este país pone un voto en una urna para que alguien le represente lo hace para que represente sus anhelos, esperanzas e intereses y que tengamos todos una vida más digna», ha apuntado, para manifestar que esta política de «echar gasolina al fuego» y de la «difamación continua» no representa a las personas de este país.
Según ha indicado, si esa es la estrategia política que han decidido algunos partidos, serán ellos los que tendrán que rendir cuentas, «pero creo que le hacen un flaco favor a las personas que les han votado para que les representen y un flaco favor a la democracia».
