Una nueva investigación de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) ha confirmado que hacer ejercicio al menos tres veces por semana durante seis meses reduce el estrés e incluso alarga una pequeña sección de los cromosomas que se cree que retrasa el envejecimiento celular.
La investigación, que se publicará en un próximo número de la revista científica ‘Psychoneuroendocrinology’, se ha centrado en analizar estos efectos en cuidadores de personas mayores y familiares. «Espero que de esta investigación surja un nuevo enfoque en el cuidador familiar. Necesitamos diseñar terapias que les ayuden a cuidar sus cuerpos y sus mentes, y proporcionar el tipo de apoyo que se necesita para mantener eso a largo plazo», explica el principal autor del estudio, Eli Puterman.
Para su estudio, los investigadores reclutaron a personas físicamente inactivas que cuidan a miembros de su familia con enfermedad de Alzheimer y demencia, y que informaron sentir altos niveles de estrés. Los 68 participantes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos. Un grupo realizó 40 minutos de ejercicio aeróbico de tres a cinco veces por semana, mientras que a los otros se les pidió que no alteraran su nivel de actividad.
Aquellos en el grupo de ejercicio tenían acceso gratuito a un gimnasio y un preparador físico con periodicidad semanal. El 81 por ciento se adhirió a al menos 120 minutos de ejercicio por semana durante la duración del estudio. Al final de la investigación, los cuidadores no solo mejoraron su condición cardiorrespiratoria, redujeron su índice de masa corporal y recortaron la circunferencia de sus cinturas, también presentaron niveles más bajos de estrés.
A nivel celular, los responsables del estudio también observaron telómeros más largos en los glóbulos blancos de los participantes después de someterse a este programa. «Los telómeros protegen los extremos de los cromosomas. Sin ellos, se acortan hasta el punto en que mueren o entran en un estado llamado senescencia, en el que dejan de replicarse. Se ha demostrado que las células senescentes predicen problemas de salud futuros, como las enfermedades cardiovasculares», detallan los científicos.